Tony Hernández llegó a la vida de Sara Montiel cuando esta menos lo esperaba. El de Cuba aterrizó en España en el año 2001 y la artista se enamoró perdidamente de él desde el primer momento en que le vio. Por aquel entonces, la cantante estaba en lo más alto de su carrera y era el foco de atención de todos los medios de comunicación.
Por eso, no era de extrañar que pronto el romance entre el latinoamericano y la de Castilla-La Mancha se hiciera eco en las pantallas de televisión. Pero al parecer, el cubano y la actriz se conocían desde tiempo atrás. La pareja habría estado manteniendo contacto por correspondencia antes de conocerse personalmente.
Los miles y miles de kilómetros que les separaban eran una complicación para su amor. Fue por eso que Montiel decidió traer a Hernández a su país natal en 2001. Tony, antes de ser el novio de la castellano-manchega, era uno de sus mayores fans. El de Cuba nunca se hubiese imaginado que, con el tiempo, su mayor ídolo se acabaría convirtiendo en su cónyuge.
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Sara lo tenía todo en contra con respecto a su amor con Hernández. Los hijos que la intérprete adoptó junto a Pepe Tous, Thais y Zeus, no apoyaron su romance con el que fue el admirador secreto de la cantante. Pero la protagonista de la película La violetera decidió seguir su corazón.
Ni los 35 años de diferencia que había entre ellos, ni la negativa de los hijos de Montiel fueron un obstáculo para ella. El gran amor que ambos se tenían no podía quedar en vano, por lo que después de apenas un año de relación, ambos decidieron casarse en 2002.
La suya fue una boda que se celebró en secreto y alejada de reporteros y cámaras. Fue entonces cuando Sara pronunció la famosa frase: “¿Pero qué pasa? ¿Pero qué invento es esto?”, cuando fue sorprendida por la prensa al salir de los juzgados nada más casarse.
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Uno de los amigos íntimos de la artista, el peluquero Manuel Zamorano, no tardó en hablar públicamente sobre el romance. “Creo que lo hace porque se siente sola. Tony la lleva de viaje a Cuba, a Miami, a México, viaja... Y aparte tenía muchas propiedades, sus cosas, sus joyas, pero necesitaba cash”, afirmó entonces en un programa de Telemadrid, sembrando así la duda sobre el marido de su amiga.
Como la cantante de Fumando espero era una de las favoritas de la prensa de entonces, no es de extrañar que el cubano también se convirtiera en un personaje público, pero hubo un punto de inflexión que catapultó a Hernández a ser el centro de atención de la televisión y la prensa españolas: una afamada revista les pagó 120.000 euros por venderles la exclusiva del enlace.
Sin embargo, pronto comenzaron las dudas sobre el nuevo amor de Sara, o eso contó ella misma a los medios entonces: “Le calificaron de ladrón, que si el atraco de mi casa lo había hecho él en complicidad con mi hermana Elpidia, que si era homosexual, que si había llevado las joyas y el dinero a Cuba. Y claro, mis hijos se dejaron influir por todos esos comentarios“.
Con esta declaración, la actriz dio la cara por Thais y Zeus, que nunca vieron con buenos ojos el citado casamiento. El hecho de haber perdido el apoyo de sus seres queridos hizo que Montiel se replantease seriamente la relación, y fue por ello que decidió poner punto y final a su matrimonio en 2005.
¿Qué fue de Tony Hernández después de divorciarse de Montiel?
El de Cuba volvió a su tierra natal poco después de la separación y se alejó también del foco público. Tiempo después, en 2013, la artista falleció por muerte súbita, y en 2014 Tony reapareció ante la prensa. “Desde que conocí la noticia de la muerte de Sara estoy muy deprimido y, por primera vez en mi vida, estoy yendo al psicólogo. Estoy con una depresión total y sueño con ella muchas noches. Mi conciencia está limpia y nunca podrá decir nadie que me aproveché de ella”, contó el latinoamericano a Vanitatis.
En 2019 volvió a España y se presentó en el plató de Viva la vida, el programa de Mediaset, para hablar de la intérprete española: “Ella me enamoró desde que tenía cinco años en sus películas, fue un amor de niño. A día de hoy, no sé el motivo de la separación”.