Antonio Durán lo tiene claro: “Intentamos no ofender a nadie. Como el local está en la calle Goya, en el distrito de Salamanca, una zona de derechas, los mensajes son los que son. Si estuviéramos en Vallecas, pues seguramente pondríamos otros lemas”. Antonio es el dueño de La Bodega del Humor, aunque de bodega tiene poco. Es una tienda en la que se pueden encontrar todo tipo de productos con mensajes irreverentes, llamativos, y, hay que decirlo, algunos fuera de tono y con bastante simbología franquista. “Hombre, yo tengo mis ideales, pero todo esto está enfocado para que la gente se lo tome a risa, con temas de actualidad”.
Nada más entrar, uno puede ver un montón de camisetas con la frase “me gusta la fruta”, la ocurrencia de Isabel Díaz Ayuso para camuflar un insulto al presidente Pedro Sánchez. Pero además de llaveros, pulseras, pins y gorras, vende muchos vinos y cervezas. Los primeros a 20 euros; y las segundas, a seis. Aquí Antonio ha dejado volar toda su imaginación. “Rubiales Kiss for Me”, se lee en uno; “que te vote Txapote” en otro; “dónde está el Sánchez ese” con una foto de Franco con una escopeta. O con etiquetas antivacunas: “Astrazeneca primera dosis”, “no me vacuno porque no me sale del...”
-“¿Tú te has vacunado?”, pregunta al periodista de Infobae España. “Yo no”, se responde él mismo, mientras muestra orgulloso su colección de vacuvinos, caldos de Navarra con claros mensajes contrarios a la vacunación contra el coronavirus. Pero de lo que más orgulloso está es de sus códigos QR, que están en todas sus botellas. En aquellas con etiquetas con la cara del dictador, te lleva a una aplicación donde suena el Cara al Sol. Imaginación al poder. De hecho, Antonio también es “uno de los gerentes” de otro de los negocios más famosos de Madrid, la tienda del espía. “Se me ocurrió sacar un vino con una etiqueta sobre el comisario Villarejo que tenía un código que te llevaba a descargarte una aplicación que grababa llamadas, pero no funcionó muy bien”, se lamenta.
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El problema es que sobre la Bodega del Humor pesa una orden de clausura por unos problemas con su licencia de actividad. El pasado martes, 2 de abril, PSOE y Más Madrid promovieron un Pleno extraordinario en la Junta Municipal del Distrito de Salamanca instando al área competente a que, “de manera urgente” lleve a cabo la resolución de cierre del local, “empleando todos los medios de ejecución forzosa”. Hasta Vox votó a favor. Pero el PP lo hizo en contra. Y aunque hubo empate, el voto de calidad de la concejala-presidenta, Cayetana Hernández de la Riva, tumbó la iniciativa.
— La Bodega Del Humor (@BodegaDelHumor) May 24, 2023
Para Hernández de la Riva, el acuerdo que se llevaba a Pleno “no era de urgencia, ni tenía interés general ni preocupa a los vecinos. Lo que busca el PSOE y Más Madrid es tener algo de repercusión mediática. Nunca una tienda ha tenido tanta publicidad gratuita”, señala. Luis Lorente, vocal vecino del PSOE, asegura a este diario qué hubiera hecho el Ayuntamiento “si en vez del pack de cerveza con el lema ‘Que te vote Txapote’ o con la cara de Franco se vendiese el pack ‘Familia presidencial Ayuso’, donde apareciesen las comisiones del hermano de la presidenta regional o de las obras ilegales de su casa. Si un negocio vendiera esto sin licencia, no hubieran hecho la vista gorda y hubiesen ejecutado la resolución de cierre de inmediato”.
Cuatro meses de orden de cierre
Porque, ¿cuál es la situación administrativa actual de esta tienda? El negocio abrió con una simple declaración responsable, que fue declarada ineficaz por parte del Ayuntamiento de Madrid el pasado marzo de 2023. En agosto se produce la apertura del expediente de cese y clausura de actividades, después de que la Policía Municipal comprobase la ausencia de licencia. En octubre, la Agencia de Actividades resolvió ordenar el cese de la actividad. Un mes después, los propietarios presentaron un recurso de reposición contra la resolución de la Agencia de Actividades, que según la ley tiene un mes para responder. No lo hizo. Ese silencio administrativo implica que queda automáticamente desestimado el recurso de reposición. “Por tanto, el mencionado local lleva un año con una declaración responsable declarada ineficaz, y como mínimo cuatro meses actuando bajo la más absoluta ilegalidad, con una orden de cese y clausura”, sentencian desde el PSOE.
En el Pleno del martes, el coordinador de la Junta Municipal confirmó que la Agencia de Actividades ordenó el cese inmediato de la actividad del local el 27 de octubre de 2023. Luego vino el recurso de los dueños y su desestimación. Pero según explicó la Junta esta semana, la Administración suele ser precavida con las medidas de ejecución forzosa, y más si implican el cierre de un negocio porque “podrían causarse perjuicios de imposible o difícil reparación”. Antonio asegura estar tranquilo. “Todo lo están llevando mis abogados y se solucionará”. Y eso que ya se ha tramitado la primera multa coercitiva de 1.000 euros, con trámite de audiencia al interesado, fechada el 13 de marzo de 2024. “No me consta que nos haya llegado ninguna multa. Y si llega, la recurriré”, asegura Antonio, que el 18 de marzo presentó una nueva declaración responsable para funcionar como un comercio minorista de regalos turísticos y bebidas con humor, sin consumo en el local.
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Luego hay otra derivada. Según el PSOE, el negocio incumple el artículo 35.5 de la Ley 20/2022, de Memoria Democrática, que señala que cuando “los elementos contrarios a la memoria democrática estén ubicados en edificios de carácter privado, pero con proyección a un espacio de uso público, las personas o instituciones titulares o propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos”. Luis Lorente insiste en que “la resolución que dice que esta tienda está ilegal no es del Grupo Socialista ni de Más Madrid sino de la Agencia de Actividades, que resuelve ordenar el cese de la actividad. ¿Por qué no se cierra?”, se pregunta.
Mientras tanto, la tienda sigue abierta. Este viernes, Antonio Durán atendía las cuestiones de este diario mientras varios jóvenes entraban y se iban a un reservado que hay al final del local. ¿A dónde van?, se le preguntó. “Es mi última idea. Yo soy un empresario”, respondió. Antonio despliega entonces un mapa de Madrid que vende por 10 euros con todos los lugares de interés que visitar. En cada uno de ellos hay un código QR. Cuando se pincha, aparece un vídeo con una explicación del monumento en cuestión. En siete idiomas. “¿A que está bien?”, señala. Al lado, irónicamente, vende una taza que pone “agenda 2030, meteos vuestra agenda por el culo”.