El Ministerio de Sanidad de Mónica García ha aprobado este viernes el esperado Plan Integral de Prevención del Tabaquismo (PIT) 2024-2027, un proyecto que busca ampliar la concienciación nacional contra el consumo del tabaco y ampliar los espacios sin humo en España. El plan, que ha estado abandonado en un cajón del Ministerio de Sanidad durante muchos años, ha sido revivido por el nuevo equipo y ha tenido una fuerte oposición política desde las comunidades gobernadas por el PP, que a pesar de las trabas que han puesto al documento, no han mostrado su negativa por el contenido, sino que han alegado falta de tiempo para analizar la estrategia en profundidad. Finalmente, no ha habido votación para mostrar posiciones a favor o en contra.
“Desde hoy, este plan es una realidad. Es un motivo de orgullo nacional. España se vuelve a poner en la vanguardia de la lucha contra el tabaquismo. Sienta las bases para los avances en materia legislativa”, aseguraba Mónica García tras la reunión. Desde hace dos semanas, el plan presentado por el Ministerio de Sanidad ha tenido un complejo aterrizaje entre los agentes políticos. Solo Cataluña, Canarias, País Vasco, Navarra y Asturias se mostraron a favor, tal y como adelantaba esta semana la agencia EFE. Las comunidades gobernadas por el PP y Castilla-La Mancha, gobernada por el PSOE, no se mostraron a favor del mismo.
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Ahora, comienzan las etapas legislativas para que desde las autonomías y desde el sistema nacional se desarrollen los marcos legislativos correspondientes. Sin embargo, como auguraba el secretario de Estado, Javier Padilla, el plan saldría adelante “aunque el PP no lo apoye”, puesto que solo se trata de adherirse o no al mismo. El proyecto pretende equiparar por ley la publicidad, promoción y patrocinio de productos relacionados y nuevos productos a la existente para productos del tabaco; promover el empaquetado genérico —medida que ya se ha comenzado a tramitar— y la prohibición de aditivos que confieren aromas en tabaco y en productos relacionados; un gravamen específico para los cigarrillos electrónicos con nicotina; incorporar al Sistema Nacional de Salud aquellos fármacos adecuados para dejar de fumar; ampliar los espacios sin humo de tabaco y sin aerosoles de cigarrillos electrónicos; y promover la prevención del tabaco en menores.
El plan de Sanidad para reducir el consumo de tabaco
Uno de los grandes emblemas de este proyecto es la ampliación de espacios sin humos, lo que popularmente se ha reducido a la prohibición de fumar en terrazas. El plan solo asienta los primeros pasos para este tipo de medidas, que al hacerse ley deberá contar con mayorías parlamentarias. Otras medidas, como un mayor gravamen de impuestos al tabaco, necesita el acuerdo con el Ministerio de Hacienda.
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El Ministerio de Sanidad se ha reunido con todos los agentes implicados, y el plan ha obtenido un importante consenso entre las organizaciones contra el tabaco y por la salud. Al margen de sus conversaciones se ha quedado el lobby tabacalero, con el que han asegurado, no tenían intención de entenderse para sacar la ley adelante.
Otros puntos del plan se adentran en campañas educativas y de información ciudadana para reducir el consumo de tabaco en menores de edad y facilitar que aquellos fumadores que quieran, tengan herramientas para abandonar esta adicción. En total, entre autonomías y Ministerio se presentaron 157 propuestas de cambio al documento original, de las cuales diez no han tenido una respuesta positiva.