Redactar un testamento no es algo en lo que pensemos durante la mayor parte de nuestra vida. Sin embargo, los accidentes, los conflictos o las catástrofes ocurren a menudo, por lo que redactar nuestras últimas voluntades no es un acto inútil, por desgracia. Existen muchas ventajas tanto para ti como para tus allegados, por lo que realizar este procedimiento facilitaría muchos trámites póstumos. Desde el bufete de abogados Navarro y Navarro recomiendan hacer el testamento, ya que “ahorrará muchísimos dolores de cabeza el día de mañana a tus descendientes”.
En el caso de no redactar un testamento, son los herederos del fallecido los que están obligados a recopilar toda la información acerca de sus bienes, deudas y derechos, por lo que estarán forzados a acudir a numerosas instituciones o entidades para conseguir toda esta información. Además, deberán demostrar que ellos son realmente los herederos del patrimonio en cuestión. Desde el bufete aseguran que los “los plazos son cortos y la burocracia, desgraciadamente, es muy lenta”.
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¿Qué ventajas fiscales tiene hacer un testamento?
En primer lugar, se trata de un acto personal en el que puedes repartir los bienes entre los allegados que desees, dentro de unos márgenes legales. Es una forma de proteger tu patrimonio cuando ya no puedas hacerte cargo de él, y, sobre todo, evitarás conflictos futuros para tus descendientes, ya que esta última voluntad debe ser cumplida por ley y así nadie realizará actos arbitrarios con tus bienes.
Esta realidad de que hacer un testamento supone cierto ahorro para tus futuros herederos por varios motivos:
- El notario que transmite la herencia supone un coste doble en el caso de que no haya testamento escrito.
- Reduce los trámites burocráticos. En el caso de que no redactes testamento, los herederos se verán obligados a acudir al Registro General de Últimas Voluntades y someterse a lo que dictamine la ley para designar a los llamados “herederos forzosos”. Se trata de un proceso lento y tedioso.
- Los herederos se ahorran el coste de acta de declaración de herederos. Sin testamento, todos se verán obligados a probar que tienen derecho a esa parte de la herencia.
- El Impuesto de Sucesiones se ve reducido considerablemente. En el caso de haber realizado donaciones en vida, como un piso, y no lo dejas escrito en el testamento, ese piso seguiría a tu nombre.
- Es una herramienta crucial a la hora de la búsqueda y localización de herederos. Facilita la vida a los abogados y ahorra muchos costes económicos y de recursos a los demandantes de este tipo de solicitudes.
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Dejar testamento es una decisión prudente, que no solo facilita la distribución de los bienes conforme a los deseos del testador, sino que también evita conflictos entre los herederos y simplifica los procesos legales posteriores a su fallecimiento. Al optar por esta vía, se garantiza la tranquilidad de la familia y se asegura que las voluntades personales sean respetadas, contribuyendo así a preservar el legado y la armonía familiar para las futuras generaciones.