La jubilación flexible es una de las excepciones existentes que permiten cobrar una pensión mientras continúas desempeñando un trabajo. Tal y como indica el portal de la Seguridad Social, “se considera como jubilación flexible la derivada de la posibilidad de compatibilizar, una vez causada, la pensión de jubilación con un contrato a tiempo parcial, dentro de los límites de jornada a que se refiere el artículo 12.6 del Estatuto de los Trabajadores”.
Por tanto, esta jubilación flexible es una modalidad para trabajar y cobrar una pensión de manera simultánea, siempre y cuando el empleo sea a tiempo parcial. Este tipo de jubilación no puede ser solicitado por todo el mundo. La Seguridad Social establece que la opción “será de aplicación a todos los regímenes de la Seguridad Social, salvo a los regímenes especiales de los Funcionarios Civiles del Estado, de las Fuerzas Armadas y del personal al servicio de la Administración de Justicia”. Tampoco podrán solicitarla los trabajadores autónomos ni aquellos que perciban pensiones de incapacidad permanente que pudieran corresponder a la actividad desarrollada, según detalla Business Insider.
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¿Cómo funciona la jubilación flexible?
La normativa sitúa el límite de reducción de jornada entre un mínimo del 25% y un máximo del 50%, lo que supone que la persona que quiera acceder a esta modalidad de jubilación tendrá que realizar una jornada de entre el 50% y el 75% de la jornada a tiempo completo. Es imprescindible que el interesado comunique su inicio de la actividad laboral parcial a la entidad gestora, que suele ser el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), con el fin de que esta proceda a rebajar el importe de la pensión.
Una vez que la Seguridad Social haya comprobado que los requisitos están en orden, y la pensión es concedida, el importe de la pensión se reduce “en proporción inversa a la reducción aplicable a la jornada de trabajo del pensionista, en relación con la de un trabajador a tiempo completo comparable de la misma empresa y centro de trabajo, con el mismo tipo de contrato y que realice un trabajo idéntico o similar”.
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Una vez el beneficiario deje su trabajo parcial y, comunique su cese de la actividad laboral, la Seguridad Social restablecerá el percibo íntegro de la pensión de jubilación. Además, la jubilación flexible supone que la persona ha continuado cotizando durante ese periodo, por lo que se procederá a recalcular su pensión de acuerdo al nuevo periodo de cotización. “Durante el percibo de la pensión de jubilación flexible, los titulares de la misma mantendrán la condición de pensionista a efectos de reconocimiento y percibo de las prestaciones sanitarias”, concluye la Seguridad Social.
¿Para qué sirve?
Este modelo de jubilación es útil para todos aquellos que quieran mantenerse voluntariamente activos sin el compromiso de una jornada completa (el llamado envejecimiento activo, según indica BBVA). Además, sirve para mejorar los derechos de pensión, como puede ser el caso de una jubilación anticipada que esté sufriendo reducciones en el importe del recibo.
Una vez finalizado el periodo de conciliación entre trabajo y pensión, se recalculará la base reguladora, revalorizando los importes y los coeficientes reductores aplicados con anterioridad (como puede ser la jubilación anticipada).