‘Canarias Se Agota’ anuncia una huelga de hambre indefinida si no se detienen las obras hoteleras de La Tejita y Cuna del Alma

La plataforma ciudadana ‘Canarias Se Agota’ ha lanzado un ultimátum al Gobierno regional: o se detienen las nuevas otras turísticas del archipiélago o comenzarán una huelga de hambre indefinida. Así lo han anunciado los activistas en una rueda de prensa este martes desde Santa Cruz de Tenerife. Sus portavoces, Víctor Martín e Isora González, han exigido la detención definitiva de las obras del complejo turístico de Cuna del Alma (playa El Puertito de Adeje, Tenerife) y el hotel de la playa de La Tejita (Tenerife).

Los activistas han dado un plazo de diez días al Gobierno regional para frenar el modelo “suicida” de turismo con el que vive la isla. “Sabemos que pondríamos nuestras vidas inmediatas en riesgo y lo hacemos conscientes de ello”, ha reconocido García ante los medios, quien ha asegurado que “la responsabilidad de lo que pudiera pasar en última instancia sería del mismo Gobierno que nos abogó a tomar esta medida desesperada”. “Decimos ‘basta’, porque ustedes están poniendo en riesgo nuestro presente y nuestro futuro, y el de las nuevas generaciones”, ha añadido.

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La plataforma ciudadana Canarias Se Agota comenzó sus actividades a finales de marzo de 2024. Piden una moratoria turística, es decir, la suspensión temporal de la construcción y/o aprobación de nuevas plazas de alojamiento turístico. Defienden que, a causa de este turismo masivo, “las islas están en una situación crítica y es el pueblo quien está sufriendo sus peores consecuencias”, entre ellas, la sobreexplotación de recursos, la pérdida de biodiversidad y la exclusión a la población local.

Los proyectos turísticos de La Tejita y Cuna del Alma han causado polémica entre los tinerfeños. Los ecologistas acamparon durante más de cuatro meses en 2022 para intentar frenar el complejo turístico de Puertito de Adeje. Las asociaciones en defensa del medioambiente consideraban el proyecto “un ecocidio” por los efectos que tendría en la fauna y flora de la región. Finalmente, los trabajos fueron paralizados por la Consejería de Transición Ecológica el 11 de noviembre de ese año por “la amenaza inminente de daño ambiental” que presentaban las obras y acabó sancionando a su promotora con una multa de 110.000 euros por ignorar la orden. También ordenó su suspensión la Dirección General de Patrimonio Cultural ante el hallazgo de nuevas manifestaciones rupestres en la zona.

Sin embargo, la promotora apeló las restricciones y finalmente la Agencia de Protección del Medio Natural permitió el inicio de las obras, pues el Ayuntamiento de Adeje otorgó la licencia para el proyecto, por lo que era responsabilidad del Consistorio controlar los trabajos. Se pretende edificar un hotel de cinco estrellas, 420 villas de lujo, un spa, un chiringuito a pie de playa y una playa artificial privada.

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Las protestas se produjeron igualmente contra el proyecto hotelero de La Tejita, del Grupo Viqueira. Los ecologistas alertaron de los efectos negativos que tendría en la vegetación arenosa de la zona. Además, un estudio elaborado en 2019 por técnicos independientes señalaba que el hotel no contaría con un sistema de tratamiento de aguas residuales, que acabarían en el mar sin haber sido tratadas. Su construcción fue paralizada tanto por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico como por la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural. Sin embargo, en febrero de 2024, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias levantó estas restricciones.

Canarias Se Agota ha dado diez días al Gobierno autonómico para “sentarse a dialogar y tomar medidas con el hotel La Tejita, Cuna del Alma” y la moratoria al turismo. “El Gobierno tiene 10 días de plazo para ponerse en contacto con nosotras y comprometerse”. De no cumplir con este plazo, iniciaría su huelga de hambre indefinida.

Esta protesta coincidiría con las manifestaciones del 20 de abril convocadas en Lanzarote, Tenerife, La Palma, Gran Canaria y Fuerteventura. Bajo el lema “Canarias tiene un límite”, la ciudadanía saldrá a las calles contra los macroproyectos turísticos que asolan el archipiélago. Piden un cambio de modelo económico y de desarrollo, poner freno al crecimiento imparable del turismo y medidas de protección para la población local. Las organizaciones convocantes aclaran que las manifestaciones no son contra los visitantes, sino contra el modelo descontrolado que opera en Canarias.