Condenan a dos años y siete meses de cárcel a un hombre que mató a otro en defensa propia con una lanza

El acusado logró salir de la caseta por el hueco del barrote de una ventana del pasillo, ya que no podía huir a causa de las llamas por la puerta principal. El jurado consideró probado en su veredicto que este acusado actuó movido por “la situación de pánico”

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Montaje de una casa ardiendo.
Montaje de una casa ardiendo. (PIXABAY/INFOBAE)

El 26 de junio de 2021 un incidente ocurrido en Torrella, una localidad valenciana, terminó con la muerte de un hombre que fue atacado con una lanza. Pero es importante explicar cómo se desarrolló la historia, ya que el fallecido provocó previamente, junto a una segunda persona que ahora ha salido absuelta, un incendio en una caseta en la que residía un tercero. Y fue éste quien disparó. La historia acabó mal.

Eran las siete de la mañana. La víctima y el ahora absuelto acudieron a la caseta de campo donde pernoctaba el principal acusado, rociaron la puerta principal y una ventana con una garrafa de gasolina y le prendieron fuego. Ante esta situación, el condenado cogió una lanza que había confeccionado él mismo con una varilla de hierro forjado y un cuchillo de unos 20 centímetros y la introdujo por el hueco de la persiana de la ventana para apartar la garrafa.

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En un intento de defensa propia, el dueño de la vivienda disparó, hiriendo mortalmente a uno de los atacantes sin saber quién estaba fuera debido a la “escasa visibilidad existe”, según el Poder Judicial. Casi cuatro años después, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Valencia ha emitido la sentencia, acusándole de un delito de lesiones agravadas en concurso con un delito de homicidio por imprudencia, después de que un jurado popular le declarara culpable el pasado 1 de marzo. Además de ir a la cárcel, tendrá que pagar 74.500 euros para cada uno de los progenitores de la víctima por daños morales.

Tras provocar las llamas y recibir el disparo, ambos asaltantes emprendieron la huida, pero el que estaba ya herido se quedó rezagado y cayó en un campo de frutales cercano al coche con el que habían llegado al lugar, donde falleció sin que su acompañante le prestara auxilio. La víctima murió de forma inmediata a consecuencia de una hemorragia provocada por una herida abdominal que le afectó a la vena ilíaca.

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Reacción “desproporcionada y excesiva”

Por su parte, el condenado logró salir de la caseta por el hueco del barrote de una ventana del pasillo, ya que no podía huir a causa de las llamas por la puerta principal. El jurado consideró probado en su veredicto que este acusado actuó movido por “la situación de pánico y terror que sentía provocado por el humo negro que invadía la estancia y el fuego”, ante el temor por su vida e impulsado por la “necesidad de defenderse del ataque que estaba sufriendo”, aunque su reacción fue “desproporcionada y excesiva”, dice la sentencia.

Por otro lado, el segundo acusado involucrado en el hecho ha sido absuelto tanto del delito de homicidio o asesinato en grado de tentativa como del delito de omisión del deber de socorro, tras determinarse que desconocía la presencia del condenado en la caseta al momento de prenderle fuego y que la muerte de la víctima fue casi inmediata, lo que hizo inviable cualquier intento de socorro.

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La sentencia puede ser objeto de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Este caso destaca la complejidad de las circunstancias que rodean actos de legítima defensa y las consecuencias legales de acciones en situaciones de extrema urgencia.