La Ertzaintza investiga la denuncia presentada por el portero del club de fútbol Rayo Majadahonda, Cheikh Sarr, natural de Senegal, por un presunto delito de odio, al haber recibido insultos racistas durante el partido de Primera Federación que enfrentaba este pasado sábado al club madrileño con el Sestao River Club y que se celebraba en el campo de Las Lanas, en Sestao (Vizcaya).
Según ha informado el Departamento vasco de Seguridad a Europa Press, la Policía vasca ha abierto una investigación que aclare los hechos sucedidos, después de que una persona haya presentado también una denuncia por agresión contra el portero del club madrileño.
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Sobre el minuto 84 del partido que enfrentaba ayer al Sestao y al Majadahonda, el portero del equipo visitante fue expulsado por saltar a la grada y encararse con los aficionados. Finalmente, el partido se suspendió de forma definitiva pasado el minuto 90.
Posteriormente, el club vizcaíno emitió un comunicado oficial en el que reiteró su “más absoluta condena” contra el racismo y la violencia, “cumpliendo siempre con todos los protocolos de la Ley del Deporte en todas sus formas”. “No toleramos ningún tipo de ataque racista. El racismo no tiene cabida dentro nuestra institución, como hemos demostrado en nuestros más de cien años de existencia”, añadió.
Por su parte, el Club de Fútbol Rayo Majadahonda S.A.D., ha expresado este domingo en un comunicado su “más profundo rechazo y condena ante los actos de racismo” sufridos por su portero, Cheikh Sarr. “Ante los lamentables hechos, donde Cheikh Sarr fue objeto de insultos racistas por parte de algunos asistentes, nuestro equipo tomó la decisión de no continuar con el partido. Esta decisión responde a nuestra firme postura de no tolerar actos de discriminación o racismo de ninguna índole”, ha indicado.
Incidentes en Getafe
Este no fue el único caso de la jornada deportiva. Otro partido que fue detenido momentáneamente para activar el protocolo contra el acoso de LaLiga fue el Getafe-Sevilla, tras unos “insultos racistas y xenófobos” sufridos por el defensa argentino Marcos Acuña y su entrenador, Quique Sánchez Flores, ambos del equipo andaluz.
Según recoge el acta del árbitro gallego Javier Iglesias Villanueva, el partido tuvo que detenerse en el minuto 68 y se mantuvo parado durante dos minutos y medio debido a los insultos dirigidos desde la grada del Coliseum al futbolista argentino. “Se produjeron insultos racistas sobre el dorsal 19 del equipo visitante, con palabras como ‘Acuña, mono’ y ‘Acuña, vienes del mono’, desde aficionados situados en la zona central del campo detrás de la posición de mi árbitro asistente número 2″, escribió el colegiado.
Tras el partido, el central sevillista Sergio Ramos lamentó que estas situaciones se sigan produciendo. “Venimos reclamando respeto dentro del mundo del fútbol, que la gente no venga aquí, a un estadio de fútbol, a liberarse y a decir tonterías, a insultar a los jugadores”.