La Comunidad de Madrid ha establecido una política fiscal que destaca por su amabilidad hacia los contribuyentes, ofreciendo un conjunto de deducciones en el impuesto sobre la renta (IRPF) dirigidas a aliviar la carga tributaria en múltiples esferas de la vida económica y personal de sus habitantes. Los residentes de Madrid tienen a su disposición hasta 18 deducciones diferentes, abarcando desde el ámbito familiar hasta incentivos para el fomento del empleo juvenil y la inversión en nuevas empresas.
Entre las deducciones más relevantes se encuentran aquellas relacionadas con la familia. Por ejemplo, la natalidad y la adopción son reconocidas con una desgravación de 721,7 euros por hijo, cantidad que se incrementa en partos o adopciones múltiples. Es importante tener en cuenta que para acceder a esta deducción, los ingresos totales de la unidad familiar deben estar por debajo de ciertos umbrales establecidos. La adopción internacional se beneficia de la misma manera, aplicando el incremento del 50% de la deducción si el menor convive con ambos padres. Adicionalmente, el acogimiento familiar, tanto de menores como de mayores de 65 años o personas con discapacidad, representa otra vía de desgravación, con montos que varían según el número de acogidos y su condición.
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La vivienda es otro aspecto clave dentro de las deducciones autonómicas. Los jóvenes menores de 35 años, así como las personas de hasta 40 años que han estado desempleadas y tienen cargas familiares, pueden desgravar el 30% de sus gastos de alquiler, hasta un límite de 1.237,5 euros. Por otro lado, los propietarios tienen la posibilidad de rebajar un 10% de ciertos gastos derivados del arrendamiento de sus viviendas, como reparaciones, seguros, y la obtención del certificado de eficiencia energética.
En el terreno educativo, Madrid destaca por permitir la deducción de gastos escolares, incluyendo la escolaridad, la enseñanza de idiomas y la compra de vestuario escolar específico. Estas deducciones están diseñadas para aliviar el coste de la educación en las etapas de educación infantil hasta la formación profesional. Se otorgan beneficios especiales para el cuidado de los más pequeños y personas dependientes. Específicamente, se ofrece una deducción para cubrir parte de las cuotas a la Seguridad Social del personal empleado en el hogar destinado al cuidado de menores de 3 años, mayores dependientes o personas con discapacidad. Esta medida no solo busca facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar, sino también promover la creación de empleo en el sector doméstico.
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Jóvenes, inversión y emprendimiento
Para los jóvenes, existen varias deducciones encaminadas a apoyar la adquisición de vivienda y la formación académica. Los menores de 30 años pueden desgravarse una parte de los intereses de sus hipotecas destinadas a la compra de su vivienda habitual. Además, los costes de los intereses de préstamos para estudios universitarios de postgrado también son susceptibles de desgravación, facilitando el acceso a la formación avanzada.
La inversión y el emprendimiento no quedan atrás, con deducciones que buscan estimular la inversión en empresas de nueva creación y el mercado alternativo bursátil, así como el autoempleo entre los jóvenes. Estas medidas no solo benefician a los inversores y emprendedores, sino que también contribuyen al tejido empresarial y la innovación dentro de la comunidad.