El Índice de Precios al Consumo (IPC) adelantado este miércoles por el INE registra un repunte de la inflación en marzo de cuatro décimas en la tasa interanual respecto a febrero, por lo que alcanza el 3,2%, una cifra similar que al inicio de 2024. La subida se debe, sobre todo, a que desde el 1 de marzo el IVA de la electricidad ha vuelto al 21%. Esto es consecuencia de la caída del precio de la luz por debajo de los 45 euros el MWh en el mercado mayorista durante el mes de febrero, precio límite contemplado en el real decreto de medidas anticrisis para mantener un IVA reducido.
Por el contrario, los precios de los alimentos siguieron moderándose en marzo, según informa el Ministerio de Economía, de manera que continuaron con la tendencia de los últimos meses. A la espera de conocer el dato exacto de este mes, que se publicará dentro de 15 días, se espera una cifra por debajo de la inflación del 5,3% que registraron en febrero, la más baja para los alimentos y bebidas no alcohólicas desde enero de 2022. Por otra parte, la inflación subyacente (que excluye alimentos no elaborados y energía) se ha reducido en dos décimas en marzo, hasta el 3,3%, lo que supone la menor tasa de los dos últimos años.
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El IVA de la electricidad ya subió del 5% en diciembre al 10% en enero y el 21% vigente desde marzo supone una vuelta al tipo normal existente antes de la crisis energética. Febrero fue uno de los meses más baratos de los últimos años, con un precio de 41 euros el MWh, lo que supone una caída interanual del 70%, cuando alcanzó los 132 euros/MWh. Los factores que han influido en este descenso a nivel nacional han sido una elevada producción de energía eólica y solar y una menor demanda de energía eléctrica.
Respecto a los alimentos, la bajada de tipos se mantendrá hasta el 30 de junio de 2024, aplicando un 5% de IVA a los aceites de oliva y semillas y a las pastas alimenticias y un 0% al pan, harinas panificables, leche animal, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, tubérculos, legumbres y cereales. El Gobierno no adelanta por el momento si llegada esa fecha volverá a prorrogar la bajada. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, explicó el pasado jueves que el Ejecutivo esperará a conocer los datos de inflación de los próximos meses para tomar la decisión y también decidirá según evolucione la recaudación tributaria. Esta es fundamental para corregir el desequilibrio presupuestario y alcanzar el déficit del 3% en 2024, como pide Bruselas.
La inflación no caerá al 2% hasta 2025
De cara a los próximos meses, la previsión del Banco de España es que la inflación se modere y se sitúe en una media del 2,7% en 2024, seis décimas menos de lo que la institución estimó en diciembre. No obstante, considera que la inflación no bajará hasta 2025 al entorno del 2% que busca el Banco Central Europeo.
Este descenso más pronunciado de la inflación es consecuencia de los menores precios de la energía y de la extensión de algunas medidas, como la citada rebaja del IVA de los alimentos y la gratuidad del transporte público para todo 2024. Cabe tener en cuenta que si las medidas decaen, la inflación volverá a repuntar, como ha pasado este mes de marzo con la electricidad.