Tras más de un año en prisión, este lunes 25 de marzo Dani Alves dejaba la cárcel de Brians 2 tras consignar en el Juzgado el millón de euros de fianza que le ha impuesto la Audiencia de Barcelona para salir en libertad provisional. Serio y acompañado únicamente por su abogada, Inés Guardiola, el exfutbolista sorprendía al no llevar ningún equipaje.
Como si quisiera dejar atrás esta etapa para siempre, decidía regalar todas sus pertenencias carcelarias y salía básicamente con lo puesto, unos vaqueros, mocasines, camiseta blanca y cazadora. “La ropa que ha ido acumulando en estos 14 meses, básicamente ropa deportiva, la ha regalado entre todos los presos y la ha repartido entre los distintos módulos”, desvela la periodista Mayka Navarro. Tampoco pasó inadvertido que continúa llevando la alianza de casado a pesar de que Joana Sanz anunciaba hace varias semanas que no quería seguir adelante con su matrimonio.
Te puede interesar: Dani Alves ya está en libertad: así ha sido su salida de la cárcel tras pagar la fianza de un millón de euros
Su primer destino ha sido su casa, una mansión en Esplugues de Llobregat en la que, hasta ahora, estaba viviendo su todavía mujer. Sin conocer si ella estaba en el interior, sí que se ha confirmado que en el interior estaban algunos familiares, como su madre y su hermano Ney, además de algunos amigos, deseosos por reencontrarse con él en la intimidad.
La intención de Dani era pasar lo más desapercibido posible y lo ha logrado no saliendo de casa. En cambio, ha recibido diferentes pedidos. El primero de ellos era un ramo de flores que se entiende que era para Joana, pero no se pudo confirmar si estaba en la vivienda. Poco después llegaba otro repartidor con comida, concretamente unas hamburguesas que llegaban en unas bolsas de gran tamaño.
Te puede interesar: El duro comunicado de la CBF contra Dani Alves y Robinho: “Uno de los capítulos más nefastos del fútbol brasileño”
La ausencia de Joana
La canaria no se ha dejado ver desde que la Audiencia de Barcelona concedió la libertad provisional bajo fianza a su marido e incluso llegó a eliminar su cuenta de Instagram para evitar los comentarios, si bien la reactivó. Su última publicación es una storie en la que se la puede ver entrenando en el gimnasio, totalmente ajena a lo que está sucediendo con quien en varias ocasiones ha dicho que es “el amor de mi vida”.
Si bien habrá que esperar para saber qué pasa entre ellos, cabe recordar que Joana Sanz ha cambiado de opinión en varias ocasiones durante el proceso. En un primer momento, no dudó en defender su inocencia, asegurando que “yo he visto muchas veces como mujeres se acercan al reservado, atrevidas, a intentar algo con mi marido en mi cara. Si lo hacen en mi presencia no me quiero imaginar cuando yo no estoy. Yo sé quién es mi marido, yo sé cómo le conocí, yo sé lo respetuoso que es porque ni cuando me estaba conociendo a mí me faltó al respeto”.
Poco después cambió de discurso y, tras descubrir que le había sido infiel, a finales de ese mes de enero de 2023 le pidió el divorcio a través de sus abogados, según informó en aquel momento El programa de Ana Rosa, donde también se desveló que Joana “se arrepiente del apoyo que le brindó a su marido los primeros días”.
Cuando parecía que su relación había terminado definitivamente Joana Sanz sorprendió a todo el mundo acudiendo a la cárcel de Brians 2 a hacer una visita al brasileño. “No le voy a dejar solo en el peor momento de su vida”, declaró ante los medios, volviendo a despertar las dudas sobre el punto en el que está su relación.