La alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, confirmó el pasado domingo su candidatura para las elecciones catalanas previstas para el 12 de mayo al frente de formación independentista y de extrema derecha Aliança Catalana (AC).
La trayectoria política de la edil gerundense ha estado marcada por un discurso abiertamente xenófobo, centrado en la criminalización de los migrantes magrebíes en España. Precisamente, las últimas declaraciones fueron las dadas hace menos de un mes, cuando Orriols afirmó en una entrevista para la cadena catalana 8 TV que “la entrada masiva de migrantes musulmanes “se trata de un error que podemos pagar muy caro, porque básicamente los musulmanes no reconocen las democracia europeas ni nuestras leyes civiles”.
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La formación que ella misma preside se presenta a comicios bajo el lema “Catalunya se extingue”, una frase que hace referencia al crecimiento “descontrolado” de la migración en Cataluña y que, según éstos, está fuertemente relacionado con el aumento de la inseguridad.
En este sentido, si uno se adentra en la página oficial de la formación ultra podrá comprobar que en ningún momento esconden sus ideales: Independencia y un discurso contra la inmigración. Sobre este segundo apartado, AC apuesta por permitir la entrada de personas migrantes “cuando los salarios y el paro sean iguales que en Europa”.
El historial de Orriols
“Catalana soy, islamófoba también”, declaraba en esa misma aparición televisiva la candidata gerundense. Estas palabras le costaron un expediente sancionador por la Conselleria de Igualdad de la Generalitat. Para Orriols “cualquier persona que venga de fuera de Cataluña es un inmigrante”.
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Un año atrás, en verano de 2023, Orriols publicó un mensaje a través de X (antiguo Twitter) en el que celebraba y deshumanizaba la expulsión de un migrante que vivía en la calle. “La Policía Local de Ripoll ha localizado a una persona durmiendo en la zona. El hombre, de origen marroquí, ha manifestado que se encuentra en situación irregular. Los agentes han contactado con el Cuerpo Nacional de Policía que, una vez hechas las comprobaciones, han puesto en marcha la apertura de un expediente de expulsión”, afirmó.
Pero los gestos de Orriols no se reducen únicamente a declaraciones políticas en medios de comunicación o redes sociales, sino que ya se han podido materializar en el ayuntamiento que dirige desde el 28 de mayo. Los vecinos de Orriols se quejan de que la alcaldesa demora, todo lo que permite la ley, el proceso de empadronamiento de familias migrantes en la localidad. Esto, según llevan denunciando una decena de familias, no les permite acceder a la sanidad pública, así como la escolarización de sus hijos.
A pesar de que el padrón es materia de los ayuntamientos, el caso de Ripoll ha trascendido hasta la Comisión Europea. El organismo europeo pedirá información al Gobierno acerca de la situación que viven los migrantes de la localidad de Girona, así como en otros municipios catalanes.
Orriol obtuvo el 30% de los votos en las pasadas elecciones, obteniendo así seis escaños en el ayuntamiento. Sin embargo, tras la ruptura del acuerdo entre Junts Per Catalunya y Esquerra Republicana, la formación independentista logró hacerse con la alcaldía.
Algunos sondeos como el publicado por el Periódico, elaborado por Gesop, vaticinan que la AC podría tener representación en el Parlament, concretamente entre 0 y tres escaños, lo que afectaría de manera directa a las opciones del candidato de Junts, Carles Puigdemont.