No fue una propuesta en toda regla. Pero Isabel Díaz Ayuso dejó caer la idea en el último Pleno celebrado este jueves pasado en la Asamblea. Quizás el Gobierno regional debería sufragar una vivienda oficial para quien ocupe el cargo de presidente o presidenta de la Comunidad de Madrid. Residencias oficiales que por ejemplo sí tienen varios ministerios y otras comunidades autónomas. “Yo no tengo nada, siempre he vivido de alquiler, no tengo ningún piso”, señaló Ayuso, aunque en su declaración de bienes se refleje que desde 2011 tiene la nuda propiedad de una vivienda donada por su familia en el año 2011.
Ayuso lamentó “el escarnio bochornoso” que está sufriendo desde que se hiciera público que reside en un piso de 176 metros cuadrados de su actual pareja en el distrito de Chamberí. Una vivienda valorada en más de un millón de euros, según los actuales precios de mercado, y que fue adquirida en 2022 después de que el novio de la presidenta se embolsara dos millones de euros de comisión por haber intermediado en una operación de compra-venta de mascarillas durante la pandemia. Una operación que ha conllevado su imputación por fraude fiscal y falsedad en documento mercantil.
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¿Va en serio la propuesta de Ayuso? “En estos momentos no se plantea nada al respecto”, aseguran desde su equipo. La verdad es que ninguno de sus antecesores pensó jamás que el cargo de presidente de la Comunidad de Madrid conllevara residir en una vivienda oficial pagada por todos los madrileños. Lo que sí hizo Alberto Ruiz-Gallardón (presidente entre 1995 y 2003) fue remodelar la Casa de Correos, sede del Gobierno regional, para incluir una habitación en la que poder pasar allí esporádicamente algunas noches en caso de emergencia. Ni Esperanza Aguirre (2003-2012) ni Cristina Cifuentes (2015-2018) sopesaron durante sus mandatos fomentar iniciativas legislativas para asignar al cargo una residencia oficial.
“Yo venía del Senado, donde sí había una, y ni siquiera la visité”, explica Aguirre a este diario. “Mientras yo estuve en Sol nunca se planteó. Entonces vivía de alquiler, como ahora”, señala Cifuentes. “Tiene más lógica en comunidades autónomas con varias provincias. Como en Andalucía. El presidente elegido puede ser de Almería y por el cargo tener que trasladarse a Sevilla. Pero Madrid es una comunidad uniprovincial con pequeñas distancias. Lo de Ayuso es un globo sonda. Tiene poco sentido”, señala un veterano ex alto cargo madrileño que ha ocupado importantes funciones en varios Gobiernos regionales. “Una cosa es que en Sol haya una habitación para poder quedarse un día a dormir. Eso tiene lógica. Pero una casa presidencial no lo veo necesario, la verdad”, explica Juan Lobato, líder del PSOE madrileño. Más Madrid tampoco aboga por una residencia oficial, “ni por pagas vitalicias para los expresidentes”.
Analizando los 17 Gobiernos regionales que hay en España, solo ocho disponen de residencia oficial para sus presidentes. Es el caso de Galicia, donde Manuel Fraga construyó el Palacio de Monte Pío, una vivienda de 25.000 metros cuadrados que cuenta con piscina climatizada, gimnasio, sauna, jardines privados, despachos, habitaciones y las mejores vistas de Santiago de Compostela. Conocida como ‘La Moncloa gallega’, fue ideada para que allí vivieran los líderes de la Xunta. El actual presidente, Alfonso Rueda, sí que pernocta allí de vez en cuando allí, sobre todo cuando tiene que pasar jornadas en Santiago de Compostela. Sin embargo, apenas tiene uso institucional.
El Ejecutivo vasco cuenta con el Palacio de Ajuria Enea, un majestuoso edificio situado en Vitoria y adquirido en 1980. Aunque inicialmente fue destinado como hogar de los lendakaris, la realidad es que Iñigo Urkullu prefiere residir en Durango con su familia, utilizando este inmueble solo para funciones oficiales. La Casa dels Canonges, un palacete del siglo XIV situado en pleno barrio gótico de Barcelona, está oficialmente destinada al presidente de la Generalitat, aunque apenas es usada. Quim Torra, por ejemplo, se aisló allí durante la pandemia de coronavirus. Pere Aragonés no vive hoy allí. El Gobierno de Asturias también tiene habilitada una vivienda para el presidente en la tercera planta del Palacio Presidencial de Oviedo.
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Canarias tiene dos
“Si tengo una reunión que acaba muy tarde o al día siguiente empieza muy temprano, pues es cuando duermo aquí, porque yo vivo en Laviana”, señaló el presidente Adrián Barbón a La Voz de Asturias en un reportaje publicado en 2023. Aunque el político socialista utiliza el inmueble en casos puntuales, hubo presidentes que llegaron a vivir durante sus respectivos mandatos, como Francisco Álvarez Cascos. Extremadura también tiene una casa oficial en Mérida para sus presidentes desde 1983. Aunque José Antonio Monago (PP) anunció en 2014 que se ponía a la venta, esta nunca se materializó.
Canarias cuenta con dos residencias oficiales, una en Gran Canaria y otra en Santa Cruz de Tenerife, que en cada legislatura están disponibles para acoger al presidente y al vicepresidente de forma alterna. El Palacio de San Telmo en Sevilla también tiene un área residencial, pero tampoco se usa. Juanma Moreno Bonilla, presidente andaluz, no vive allí. El Palacio de Fuensalida, en Toledo, tiene un apartamento para que lo utilice el presidente de Castilla-La Mancha. Emiliano García-Page reside en una vivienda particular.