“Estaba durmiendo en el sofá como siempre y me desperté. Abrí los ojos y ahí estaba él, abusando sexualmente de mí. Me congelé y me quedé completamente en shock, no tenía ni idea de qué hacer o de cómo reaccionar. Tampoco sabía cómo salir de esa situación”, recuerda Drake Bell. El intérprete saltó a la fama a raíz de su aparición en Drake & Josh, la serie juvenil de Nickelodeon que se convirtió, no sólo en uno de los buques insignia del canal infantil, también en uno de los productos televisivos más exitosos de los 2000.
El testimonio anterior se recoge en Quiet on Set: The Dark Side of Kids TV, la docuserie estrenada el pasado 17 de marzo en el canal estadounidense Investigation Discovery que narra los casos de abusos perpetuados en el canal de televisión por Dan Schneider. En el documental, Bell, conocido principalmente por la sitcom adolescente que protagonizó junto a Josh Peck, narra la agresión que recibió por parte de Brian Peck, actor, director y productor de Hollywood que estuvo presente en la cadena durante muchos años (y que no tiene ninguna relación con Josh más allá del infortunio de compartir apellido).
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Nickelodeon fue el hermano pequeño de Disney Channel: sus series y películas se convirtieron en productos muy exitosos que apelaron a una audiencia que dejaba atrás la infancia para entrar en el mundo adolescente. Sus sitcoms no sólo eran de las más vistas, también crearon estrellas, como en el caso de Disney: Ariana Grande, Emma Roberts, Amanda Bynes, Elizabeth Gillies, Jennette McCurdy o Victoria Justice. Detrás de esa fachada de inocencia y alegría se escondía un régimen de abusos perpetuados por el showrunner y productor de muchas de las series del canal. También por algunos de los trabajadores que tenía en nómina.
Dinámicas laborales abusivas, agresiones sexuales y pederastia: bajo la extorsión y las amenazas, muchos de estos jóvenes actores fueron abusados entre grabaciones y fuera del rodaje. Schneider fue el protagonista de muchos de los polémicos casos que se dieron en el set, pero no el único. Quiet on Set tiene cuatro partes y todas ellas tienen a Schneider como el protagonista, un capo de Nickelodeon que produjo y creó shows como The Amanda Show, iCarly, Drake & Josh, Zoey 101, Victorious, Sam & Cat y All That. Aunque el documental está disponible en el catálogo de Max, todavía no se puede ver en España.
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“El abuso llegó a ser brutal”
Drake Bell tenía 15 años cuando Brian Peck abusó sexualmente de él, una edad en la que la confusión le llevó a la inmovilidad. El actor y productor había participado en All That, otra serie de Nickelodeon estrenada en 1994 y que estuvo en antena hasta 2005. Los primeros episodios se rodaron en el estudio que el canal tenía en Orlando (Florida), pero más tarde se trasladaron al de Los Ángeles, donde se rodaban The Amanda Show, Kenan & Kel y la ya mencionada Drake & Josh. Ambos se conocieron en la segunda temporada de The Amanda Show y desarrollaron una relación cercana que alertó al padre y al representante de Bell, que no tenía un “buen presentimiento” sobre el vínculo entre ambos.
“Él descubrió cómo convencer a mi madre y a todos los que estaban alrededor de que, cada vez que tenía una audición o cada vez que necesitaba trabajar en el diálogo, de alguna manera terminaba en la casa de Brian. Y entonces empeoró más, y más, y más. Estaba atrapado. No tenía ninguna forma de salir. El abuso se extendió mucho y llegó a ser brutal”, se lamenta Drake, muy sincero y directo a la hora de narrar la terrible experiencia. “Tuve que ser muy detallado sobre todo lo que me hizo y contárselo a dos extraños. Lo peor fue cuando me pidieron que llamara a Brian para conseguir que confesase lo que había hecho”, explica el actor.
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Brian Peck fue arrestado en 2003 y condenado por abuso de menores un año después. No refutó los cargos por realizar actos lascivos con un joven de 14 o 15 años y por mantener sexo oral con un menor de 16. Fue sentenciado a 16 meses de prisión y registrado como delincuente sexual. Pese a la condena, Bell entró en una espiral descendente que le dejó secuelas. “Tenía períodos de sobriedad y luego la presión era demasiada”, ha confesado en Quiet on Set, serie en la que ha narrado por primera vez su horrible experiencia.