El Gobierno renueva por 343.000 euros el servicio de comitivas (caballos y carrozas) para que los embajadores presenten sus credenciales a Felipe VI

Patrimonio del Estado sigue externalizando el servicio para mantener las caballerizas destinadas en el Palacio Real que se usan para recibir a las delegaciones diplomáticas. Hay 22 equinos destinados para escoltar a los embajadores

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La embajadora de la República
La embajadora de la República Islámica de Mauritania, Zeineb Ely Salem, presentando sus credenciales a Felipe VI el pasado mes de febrero

En la España del siglo XXI, las tradiciones se mantienen. Patrimonio Nacional, que depende del Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, formalizó hace unos días, el 21 de marzo, la primera prórroga del servicio de “gestión de apoyo a la Unidad de Caballerizas y Comitivas” para que los embajadores extranjeros destinados en nuestro país puedan presentar sus credenciales al rey Felipe VI. La prórroga es por un año y el Gobierno destinará 343.439 euros para poder mantener en el Palacio Real las dependencias donde se alojan los caballos y carrozas que se utilizan para que escenifiquen estos actos oficiales.

El contrato se adjudicó en marzo de 2022 por un periodo de dos años y un coste de 686.878 euros. Este acaba de vencer y Patrimonio Nacional ha decidido ampliarlo un año más porque no dispone de “recursos propios” para el mantenimiento de las dependencias donde se alojan las actuales caballerizas que sirven como cuartel general para que se preste este servicio. Como reza la memoria justificativa del contrato, fue Carlos III, a mediados del siglo XVIII, quien perfecciona este tipo de actos creando el puesto de conductor de embajadores y de introductor de embajadores, “que se conservan hasta hoy”.

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En España hay 126 embajadas extranjeras y casi 800 consulados. Cuando un embajador llega a nuestro país para desarrollar su trabajo diplomático es normal que presente sus credenciales ante el monarca. Por ejemplo, los últimos en hacerlo fueron los representantes de Mauritania, Jordania, China, Bosnia y Herzegovina, Cabo Verde y Singapur el pasado 21 de febrero. Un acto muy solemne en el que el embajador llega en un vehículo oficial escoltado por miembros de la Guardia Real a caballo. Este tipo de actos se celebra siempre en el Palacio Real de Madrid.

Para llevar a cabo toda esta parafernalia, existe una Unidad de Comitivas que está formada por carrozas históricas de finales del siglo XIX. Aunque generalmente los embajadores suelen utilizar sus vehículos oficiales a motor, en algunos casos su llegada a palacio se puede realizar con estas carrozas. El protocolo dicta que la comitiva está compuesta por dos, una para el embajador y otra para el secretario, “enganchadas en el primer caso por seis caballos a la larga y en el segundo por dos en tronco”.

Una de las comitivas que
Una de las comitivas que suelen acompañar a los embajadores a su llegada al Palacio Real

Las dependencias para albergar caballos y carrozas se distribuyen en 2.800 metros cuadrados repartidos en cuatro zonas: cuadra y guarnicionería; boxes, cochera y uniformidad de gala; enfermería y zona de herraje; y finalmente vestuarios, zona multifuncional y escuela taller. Allí pueden descansar un máximo de 22 caballos. “Este servicio se contrata como una unidad de gestión de recursos, para vigilar, prevenir, atender y cuidar la salud del ganado de caballerizas, manteniendo un entorno e instalaciones salubres, en perfecto estado de conservación de acuerdo a los protocolos profesionales”. Patrimonio Nacional entiende que hay que externalizar este servicio, que también incluye veterinarios, porque “las tareas propias que se atienden en esta unidad resultan únicas y exclusivas dentro de la administración general del estado”.

En definitiva, se trata de un servicio de mantenimiento general de las caballerizas del Palacio Real, que incluye la revisión de boxes (bebederos, comederos y alfalferas), la reposición del alimento de los equinos (4.500 kilos de pienso y 8.400 kilos de heno anuales), la conservación de herramientas y cuadras, el engrase de carruajes y guarniciones, la limpieza de las instalaciones e incluso trabajos de apoyo al herrador propio de Patrimonio Nacional. Sin olvidar las prestaciones de veterinaria, incluyendo la posible hospitalización de los caballos si estos enfermaran. El servicio se prestará los 365 días del año, las veinticuatro horas del día, de lunes a domingo, incluyendo días festivos. Por exigencias de la Casa Real, el adjudicatario “se compromete a garantizar por escrito la confidencialidad de los datos conocidos por razón del servicio y a no hacer uso de ellos, salvo los inherentes al desarrollo del contrato”.

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