Granada, una de las provincias españolas más ricas en términos de diversidad turística, ofrece desde la experiencia de la nieve en Sierra Nevada hasta el encanto de sus playas. Dentro de este abanico de posibilidades, se destaca especialmente por sus recursos naturales, entre los cuales figuran las famosas pozas naturales de los Baños de Zújar. Este balneario al aire libre, de acceso gratuito, se sitúa en las afueras del pueblo, ofreciendo una experiencia única a quien lo visita.
El origen del agua de estas pozas es tan peculiar como el lugar mismo. Procedente de una fractura subterránea, el agua emerge a la superficie con una temperatura aproximada de 40 grados, cargada de minerales. Esta composición le confiere propiedades medicinales que son altamente valoradas, recomendándose su uso para tratar afecciones de la piel, reumatismo, la gota, así como enfermedades endocrinas, entre otras.
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Ubicado junto al embalse de Negratín, en Granada, este enclave natural no solo destaca por sus aguas terapéuticas sino también por su impresionante entorno y dimensiones significativas. La piscina natural alcanza los 30 metros de longitud y 12 metros de ancho, con profundidades que pueden llegar hasta los dos metros, convirtiéndose en un escenario perfecto para el relax y la conexión con la naturaleza. El reconocimiento de las virtudes de estos baños naturales no es reciente, data de hace más de 2.000 años y fue documentado por Plinio el Viejo. Sin embargo, la zona ha sufrido transformaciones importantes; las ruinas del antiguo balneario de Zújar yacen ahora bajo las aguas del embalse del Negratín, resultado de la construcción de la presa en 1985.
Para acceder a esta joya natural, los visitantes deben dirigirse al municipio de Zújar, cercano a Baza y a unos 110 kilómetros de la ciudad de Granada. Desde allí, tomar la avenida de los Baños por aproximadamente ocho kilómetros hasta llegar al pantano, y continuar por la Carretera de los Baños durante dos kilómetros más, hasta localizar el restaurante que lleva el mismo nombre. Junto a este punto se encuentra una pista de tierra que lleva directamente a la poza natural.
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Más allá de la experiencia en las aguas termales al aire libre, los visitantes también tienen la oportunidad de conocer el Balneario de Zújar. Situado en la localidad de Zújar, este centro termal se asienta en la ladera del monte Jabalcón, adyacente al embalse del Negratín. El balneario se alimenta de las mismas aguas termales que confluyen en la zona, catalogadas como mineromedicinales y propicias para el tratamiento de diversas enfermedades, además de offer un espacio para el esparcimiento y disfrute del entorno.
Aguas con una mineralización fuerte
Según la información proporcionada por la Junta de Andalucía, las aguas del Balneario de Zújar presentan una mineralización fuerte, siendo sulfatadas mixtas. La temperatura de emergencia desde el acuífero varía entre los 39º y 41º grados. Se destaca la alta conductividad de estas aguas (10.210 mcS/cm), lo que facilita la absorción de sus minerales por el cuerpo. Desde 1928, estas aguas fueron oficialmente declaradas como mineromedicinales y se recomiendan para el tratamiento de patologías como afecciones reumatológicas, broncopulmonares, del aparato excretor, enfermedades de la boca, cardiovasculares, neurológicas, endocrinas, metabólicas y ginecológicas. Los Baños de Zújar no solo ofrecen un refugio natural y terapéutico, sino que también abren una ventana a la historia y la tradición termal de la región, haciendo de este lugar un imperdible para los amantes de la naturaleza, la salud y la cultura.