Las obras de la Sagrada Familia son ya un emblema de Barcelona en sí mismas. Las grúas que rodean el monumento despiertan desde hace años la curiosidad de los turistas y las teorías sobre cuándo terminará la gran catedral de Antoni Gaudí se han sucedido a lo largo de las décadas. Pero, ¿qué falta por construir en la Sagrada Familia? ¿Y por qué tarda tanto en terminarse todo el edificio?
Desde la propia organización explican los motivos de los retrasos continuos y avanzan que aún sigue sin estar muy claro cuándo podremos verla terminada de forma definitiva, pese a que su construcción se remonta al siglo XIX. En un primer momento, se estableció como fecha finalizar las obras de la Sagrada Familia en 2026. Era un año redondo, porque coincidiría con el año del centenario de la muerte de Gaudí, que falleció sin ver su obra maestra acabada.
Sin embargo, la pandemia de coronavirus trastocó los planes de la Junta Constructora del templo y ahora el objetivo para 2026 es terminar la torre que falta, pero todos los demás elementos que aún están inacabados se pretende terminarlos en 2033, 150 años después de que Gaudí se pusiese al frente del proyecto. 2033 suena lejano, pero tampoco hay que tomarse esta fecha como la definitiva, pues desde la misma Junta no se ponen presión al respecto y advierten que las obras podrían alargarse bastante más.
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Por lo tanto, el principal objetivo a corto plazo es completar la torre de Jesús (también conocida como torre de Jesucristo) en 2026, que se convertirá no solo en la torre más alta de la Sagrada Familia, sino también en una de las estructuras más altas de toda Barcelona. Con este hito, que transformará el horizonte de la Ciudad Condal con su cruz de cuatro brazos, se podrán dar por acabadas todas las torres de la Basílica de la Sagrada Familia, que no son pocas: en estos momentos se han finalizado ya 17 de las 18 torres planeadas.
Pero aún quedarían todos los demás proyectos en curso. La obra maestra de Gaudí empezó a construirse en 1882, año en el que se colocó su primera piedra. En aquella época, el proyecto estaba originalmente en manos del arquitecto Francisco de Paula del Villar, pero las diferencias creativas y económicas llevaron a que Villar abandonara el proyecto un año después y tomara las riendas Antoni Gaudí.
El catalán aplicó su visión vanguardista al diseño de la basílica, a la que le dedicó más de 40 años de su vida hasta su muerte en 1926. La construcción de la Sagrada Familia se ha enfrentado a numerosos desafíos a lo largo de estas décadas como la falta de fondos, los daños sufridos durante la Guerra Civil y las complicaciones técnicas y logísticas asociadas al proyecto que ideó Gaudí y al que siempre se ha querido mantener fiel.
Mientras se trabaja para terminar la construcción de las torres, hay varios proyectos en curso en otras áreas del templo, como los trabajos en los cimientos del futuro Baptisterio y los esfuerzos para completar la capilla de la Asunción y los claustros anexos. Además, se han retomado los trabajos en las cubiertas de las naves laterales y se está llevando a cabo la restauración de las torres de la fachada del Nacimiento, la parte más antigua del templo. La fachada de la Gloria, un elemento crucial del proyecto, está pendiente de finalizar. Su diseño y construcción son especialmente complejos debido a la necesidad de integrarla con los edificios circundantes.
Otro desafío es la construcción de la Sacristía, que será una de las últimas partes en construirse debido a su uso actual como entrada y almacén de materiales y, entre otros planteamientos, también se está contemplando la posibilidad de una conexión directa con el Metro, aunque este aspecto del proyecto podría posponerse hasta después de la finalización oficial del templo.