El lenguaje no verbal de Kate Middleton al anunciar que padece cáncer: “Hay tanta intensidad emocional que necesita tomar aire”

Kate Middleton ha dado un importante paso al frente para poner fin a las especulaciones sobre su estado de salud. La princesa de Gales ha decidido dar la cara y explicar en un vídeo que se le ha diagnosticado un cáncer, pidiendo que se respete su intimidad y afirmando que volverá al trabajo cuando el tratamiento se lo permita.

Lejos de la improvisación y las pifias en las que Kensington ha incurrido para tratar de frenar el huracán mediático que envolvía a los Gales, en esta ocasión el anuncio de Kate ha estado muy medido, tratando así de zanjar un escándalo que ha provocado una crisis de comunicación y reputacional.

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Pero ¿qué hay más allá de lo que Kate y su equipo han querido mostrar en el comunicado audiovisual de la princesa? Para tratar de responder a esta pregunta, Infobae España ha contactado con dos expertos en comunicación no verbal que analizan minuciosamente el anuncio de la esposa del príncipe Guillermo.

Cristian Salomoni, criminalista experto en lenguaje no verbal y director del IIAC Instituto Internacional de análisis de la conducta, observa a una Kate “bastante seria y preocupada”, además de “nerviosa y con cierta frustración”.

El emplazamiento elegido para dar esta importante noticia también es crucial: “Ese jardín verde esperanza detrás simboliza la primavera que nace, es un símbolo de vida mientras ella está hablando de un tema tan serio”, expresa el experto.

Para Sonia El Hakim, directora del Máster en Comunicación No Verbal y Habilidades Directivas de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, el hecho de hablar sentada en el banco de un parque o jardín alude a “un contexto personal”. “No es la princesa de Gales la que está hablando, es Kate”, agrega la experta.

Esa sensación de cercanía se refuerza con la luz natural y el discreto maquillaje de Kate. “Trata de transmitir una sinceridad y que no hay artificios”, afirma El Hakim, que describe este vídeo como el gesto con el que “quieren cerrar toda esta crisis de comunicación que ha derivado en una crisis de reputación”, acabando así con las teorías y rumores.

Kate ha querido controlar el mensaje y mantener al margen las emociones que siente en un momento tan duro. Así lo considera la experta, que destaca que en estas intervenciones “no se deja nada a la improvisación” y cree que la princesa está “leyendo un teleprompter”. A pesar de ello, hay emociones que Kate no consigue esconder. “Hay algún momento especialmente duro donde hay tanta intensidad emocional que necesita tomar aire”, relata Sonia.

“Tiene un gesto como de acariciarse las manos para autocalmarse y calmar las emociones negativas que siente al hablar de un tema tan fuerte como este”, apunta Salomoni, algo en lo que coincide su compañera: “Justo antes de decir que la familia ha pasado dos meses duros, respira más profundo, infla las fosas nasales, hace una pausa… Resulta tan intenso para ella a nivel emocional que necesita ese momento para dar el paso de decirlo”.

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También es significativa la postura de la protagonista del vídeo. Y es que, pese a la naturalidad que se pretende transmitir, su posición corporal es “contraída e inmóvil, sintomática del momento en el que se encuentra”, dice El Hakim. “La postura está muy contraída y las piernas dan sensación de estar defendiéndose, intentando protegerse”, agrega Cristian Salomoni.

La experta considera que la expresión de Kate se va alterando a lo largo del vídeo en función del tema que aborda en su discurso: “Empieza sonriendo y al hablar de la cirugía hay un gesto adaptador, con un golpecito con la mano y un movimiento en la pierna. Lo que empezaba con una expresión afable, acaba de una forma seria, porque es duro para ella recordar la cirugía”.

Para Sonia, ese momento es uno de los más duros del vídeo a nivel emocional para Kate, junto con el que se produce cuando se refiere al gran shock que la noticia ha provocado en su familia: “Hace una respiración profunda y gestos adaptadores con las manos. Es quizá el momento más difícil del vídeo”, analiza.

Por otro lado, la experta observa una “expresión sutil de tristeza” en el rostro de la princesa cuando desvela que se le diagnosticó el cáncer, un sentimiento que se desliza en su cara “a pesar de que no desea mostrar demasiada emoción”.

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Finalmente, la nuera del rey Carlos III se dirige a los espectadores con unas palabras tranquilizadoras: “Estoy bien”. Este gesto tiene un claro afán de tranquilizar, tal y como delata su lenguaje no verbal: “A partir de ese momento, cambia la voz y hace movimientos pseudo espontáneos que tratan de convencer a quien lo está viendo de que está bien. Es lo que seguramente ha hecho con sus hijos, nos está tranquilizando”, asevera Sonia El Hakim.

Cristian Salomoni, por su parte, destaca que Kate “está expresando cosas bastante íntimas que no sabemos hasta qué punto son importantes”. Por este motivo, se pregunta “hasta qué punto lo privado es público para gente como políticos y royals” y se atreve a vaticinar lo que provocará este vídeo: “Va a ser muy potente, porque la gente la verá afectada y delgada y muchos de los que han bromeado sobre si era o no ella, ahora empatizarán y sabrán que se han equivocado”.