¿Está Javier Ungría en ‘Supervivientes’ por motivos económicos? Sus negocios, en cifras

El nombre de Javier Ungría se ha convertido en una de las grandes sorpresas de Supervivientes 2024. El empresario, poco dado a exponerse voluntariamente ante las cámaras, ha roto su habitual discreción para dar el salto a la televisión y convertirse en participante del reality. Todo ello lo hace cuando se encuentra en pleno proceso de divorcio de Elena Tablada, una separación en la que ambos luchan por la custodia de su hija en común. Ante este revuelo mediático, cabe preguntarse por qué justo ahora Ungría se anima a pasar a la primera línea.

Al igual que sus compañeros, el concursante cobrará un elevado caché semanal por su estancia en Honduras, pero esto no quiere decir que sea la necesidad económica lo que le ha llevado a sumarse a la aventura del formato producido por Cuarzo, una conjetura ante la que hay que ahondar en la situación financiera de las empresas a su nombre.

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Javier Ungría gestiona seis compañías, la mayoría de ellas en el sector de la inversión, mientras que también regenta un restaurante en Madrid junto a su socio, Marcos Diéguez. Estos negocios muestran resultados irregulares, con ganancias millonarias para el empresario, pero también considerables pérdidas, tal y como se refleja en los balances de cuentas depositados en el Registro Mercantil.

Esos documentos, a los que Infobae España ha tenido acceso, recogen las cifras de cuatro compañías de las que Ungría es administrador, bien sea en solitario o con otros socios. La más importante es Grupo Paramus, una Sociedad Limitada que administra junto a su hermana Beatriz. Esta empresa tiene un activo de 80.6 millones de euros, aunque en 2022, el último ejercicio en el que presentó datos, registró pérdidas de 460.155 euros.

Grupo Paramús SL posee, a su vez, el 99% de las acciones de Ungría Patentes y Marcas SA, una sociedad dedicada a “la adquisicion, tenencia y/o cesion, por cuenta propia, de toda clase de valores mobiliarios y/o efectos de comercio, emitidos por entes publicos y privados, nacionales o extranjeros, dentro de las normas aplicables”.

Esta es la única empresa rentable de Javier Ungría, al menos hasta 2022. Ese año, la compañía facturó más de 16,5 millones de euros que le permitieron obtener 2.059.000 euros de beneficios. Además, su activo asciende a más de 23,8 millones.

La tercera de las empresas del todavía marido de Elena Tablada es Saceda Ulam SL, cuya actividad es la “adquisición, explotación en régimen de arrendamiento, disfrute y enajenación por cuenta propia de bienes inmuebles y de valores mobiliarios de renta fija o variable”. Este negocio, del que Ungría es administrador único, facturó 230.000 euros en 2022, aunque su balance fue negativo, con pérdidas de 95.241 euros.

Por último, el empresario administra Haches Hostelería SL, una microempresa con ocho empleados constituida en 2016 a través de la cual gestiona su restaurante en Madrid, inaugurado en 2017 en el exclusivo barrio madrileño de Salamanca. Sin embargo, esta sociedad también arroja pérdidas en sus resultados, con una cifra negativa de 5.709 euros pese a facturar más de 471.000.

De esta manera, las compañías a nombre de Javier Ungría suman más de medio millón de euros en pérdidas, aunque eso no quiere decir que su situación económica sea mala, sobre todo teniendo en cuenta que los beneficios de Ungría Patentes y Marcas SA rebasan los dos millones de euros.

Sea como fuera, el paso del empresario por Supervivientes está permitiendo conocer su faceta más íntima y vulnerable. De hecho, hace unos días rompía a llorar ante las cámaras tras recibir un mensaje en directo de su hija y hasta le mandó un recado a Elena Tablada. “Muchas gracias a quien ha ayudado para que esto lo hiciese ella”, expresó entre lágrimas. “Ella significa todo para mí, todo lo que hago en la vida desde que nació es por ella”, dijo sobre su hija, a quien pidió perdón en directo si alguna vez no había sido “el padre que ella se merece”.

En otro momento, el concursante fue preguntado por el concurso de su expareja en Bailando con las estrellas y no dudó en desearle buena suerte. “Quiero que Elena siga adelante, por supuesto, cuánto mejor le vaya a ella, mejor”. Y sentenció: “Es la realidad, mejor estará ella, mejor estará mi hija, mejor estaremos todos. Si ella está feliz, yo encantado”.