Dámaso, Francisco Ramón, David, Miguel Ángel Eneko y Juan Jesús. Son los nombres de los seis guardias civiles caídos en acto de servicio en los últimos 12 meses, un año negro para el Instituto Armado. El reciente asesinato de los dos agentes arrollados por una narcolancha en Barbate (Cádiz) y los dos fallecimientos de este martes en la AP-4 han redoblado la indignación en el seno de la Guardia Civil.
Los funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (policías nacionales y guardias civiles) no están considerados como profesión de riesgo. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, reiteró este mismo lunes en una comisión del Senado que su departamento ya ha creado un “grupo de trabajo” para atender las reivindicaciones de los agentes en materia de jubilación, lo que implicaría su declaración como profesión de riesgo.
Te puede interesar: Miles de personas se manifiestan en Madrid para pedir una jubilación “digna” para policías y guardias civiles
“Nos toca centrarnos en las jubilaciones de los agentes y adecuarlas a sus pretensiones en los términos que sean posibles”, subrayó el ministro. Sin embargo, las asociaciones de la Guardia Civil, entre ellas Independientes de la Guardia Civil (IGC), han afeado a Marlaska sus “palabras vacías” mientras no son convocadas a negociar sus condiciones de jubilación y la declaración como profesión de riesgo.
La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) fue más allá y dijo en un comunicado que “cada minuto que pasa sin ser profesión de riesgo, cada herido y cada muerto caerá sobre sus espaldas”.
Te puede interesar: “A los dos compañeros guardias civiles de Barbate los mandaron a una muerte segura: el responsable es el coronel de Cádiz, que le pudo la presión política”
El asunto ha llegado a la política europea. El pasado mes de febrero, apenas una semana después del asesinato de los guardias civiles David y Miguel Ángel en Barbate, el PSOE votó en contra de considerar a los funcionarios de las FCSE como profesión de riesgo en el Parlamento Europeo. Pese a ello, este mismo martes la Eurocámara solicitó al Consejo Europeo un estudio sobre el aumento de agresiones a policías y su consideración como profesión de riesgo, todo a raíz de una iniciativa de la Confederación Española de Policía.
Año negro en la Guardia Civil
Entre 2023 y lo que llevamos de 2024 han muerto en acto de servicio seis guardias civiles, los últimos cuatro en apenas un mes:
Dámaso Guillén
Destinado en el Destacamento de Tráfico de Oviedo (Asturias), falleció en acto de servicio el 1 de abril de 2023 al ser arrollado por un coche robado mientras cubría una prueba ciclista en la localidad de Pravia.
Francisco Ramón Montes
Murió en Valencia el 10 de abril de 2023 al salir despedido de su motocicleta oficial tras chocar contra un turismo en la carretera CV-415. Estaba destinado en el Subsector de Tráfico de Valencia.
David Pérez y Miguel Ángel Gómez
El primero pertenecía al Grupo de Acción Rápida (GAR) y el segundo a los Grupos Especialistas en Actividades Subacuáticas. Fueron asesinados el pasado 9 de febrero al ser arrollados en el puerto de Barbate por los tripulantes de una narcolancha que se refugiaba del temporal.
Eneko Lira y Juan Jesús López
Destinados en el GAR, fallecieron la madrugada de este martes al ser arrollados por un camión cuando participaban en un control de carretera contra el narcotráfico desplegado en la AP-4, a la altura de Los Palacios (Sevilla)