Los empleados valoran más el teletrabajo, pero las empresas desconfían: un tercio decide reducirlo o eliminarlo en 2024

La mayoría de las personas que trabajan a distancia se sienten más productivas y están dispuestas a buscar otro empleo si el actual les impide la modalidad remota. Las empresas tienen miedo a perder la creatividad que se genera en la oficina y dudan de que la productividad se mantenga o mejore

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Trabajo desde el domicilio (Freepik).
Trabajo desde el domicilio (Freepik).

El trabajo a distancia se ha consolidado en España en unos niveles superiores a los de antes de la pandemia, pero tiende a descender. Cuatro años después del pico del teletrabajo forzoso, se aprecia que cada vez más empresas desconfían del modelo y prefieren volver completamente a la presencialidad o reducir los días en los que no es necesario acudir a la oficina. Estas decisiones no se basan en barreras tecnológicas para el teletrabajo, ya que cada vez hay menos, sino en el miedo a perder la creatividad que se genera en la oficina y a no tener claro que la productividad se mantenga o mejore desde el domicilio.

Un informe publicado este martes por la escuela de negocios EADA constata a través de encuestas a directivos y empleados que en el último año un 27% de las compañías está reduciendo el uso del trabajo a distancia “de manera significativa”. A esto se suma otro 7% de empresas en las que se ha eliminado completamente la práctica del teletrabajo. Esta evolución coincide con la registrada por el INE hasta 2023, año en el que el 13,8% de los ocupados afirmaron haber teletrabajado total o parcialmente, frente al 17,6% de 2021 y al 14% de 2022.

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Aunque la mayoría de los encuestados por EADA, el 47%, afirman que el teletrabajo se ha mantenido sin cambios en su empresa, la tendencia a disminuirlo en un número relevante de sociedades choca con la valoración cada vez más positiva que hacen las personas con trabajo a distancia del mismo. La encuesta, que tuvo dos ediciones anteriores en 2020 y 2021, registra que la mayoría de las personas que teletrabajan se sienten más productivas que en la oficina (el 51%) en comparación con el 41% de 2020.

Relacionado con esta percepción, el 72% siente que cumple los objetivos semanales (frente al 63% de 2021) y disminuyen los problemas para separar el tiempo personal del profesional, ya que el 57% declara no tenerlos (el 38% en 2021). También se ha reducido el debilitamiento de las relaciones laborales, solo el 33% lo considera así en contraste con el 53% de 2021. En consecuencia, el 88% de los encuestados valora bien o muy bien la experiencia de trabajar a distancia. Algo que también reflejan los datos del INE, que arrojan una nota media del teletrabajo de 8,6 puntos sobre 10 en 2023, ligeramente superior a la de años anteriores.

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Pese a estas percepciones positivas, los jefes de los teletrabajadores no tienen claro el aumento de la productividad en el domicilio. El 13,8% de los directivos encuestados creen que empeora, el 39,2% que mejora y el 47,1% lo ve neutro. En consecuencia, el 39% de las empresas del estudio no permite a sus empleados elegir la modalidad de trabajo, sino que impone el reparto de los días en la oficina y en remoto.

En los últimos meses, distintas empresas tecnológicas han retrocedido en sus posibilidades de teletrabajo, como es el caso de Meta, Amazon o IBM. Aline Masuda, profesora de EADA y coautora del estudio, ha puesto como ejemplo el caso de Google, que ha establecido un complemento salarial para las personas que vayan a la oficina. “Tienen miedo de perder la magia de las conversaciones sin planear”, señala, añadiendo que en las conversaciones informales también se generan ideas creativas.

Los empleados por cuenta ajena que teletrabajan tienen menos posibilidades de deducirse gastos. (EFE/Emilio Naranjo)
Los empleados por cuenta ajena que teletrabajan tienen menos posibilidades de deducirse gastos. (EFE/Emilio Naranjo)

Además, las empresas perciben que el trabajo a distancia es una concesión a los trabajadores: el 64% de los directivos encuestados creen que es un beneficio adicional, mientras que el 36% asegura que es un derecho. Esto podría ser el motivo por el cual el 71% de las empresas no asumen los costes relacionados con el teletrabajo, como la conexión y el mobiliario, a pesar de que es obligatorio en España según la ley de 2021.

Riesgo de perder talento y ascensos laborales

Todos estos datos están relacionados con la cultura empresarial que se genera en torno a esta forma de trabajar. Masuda apunta a que lo más fácil para las empresas que encuentren inconvenientes en el teletrabajo es “imponer” la vuelta a la oficina y alerta del peligro de implantar el trabajo remoto “de mala manera y con una cultura no adaptada”. Esto puede conllevar incluso que “las personas que no tienen visibilidad, que nunca van al despacho, no sean promocionadas (...) por eso es muy importante el cambio de cultura”.

Edgar Quero, investigador que ha colaborado en el informe, ha incidido en esta idea señalando que los directivos que colocan objetivos, tiempos de entrega y tareas claras pueden medir de la misma forma el trabajo que se hace desde la oficina o en remoto: “la dificultad viene cuando no hay estas buenas prácticas”, ha afirmado. Luciano Strucchi, otro de los investigadores, ha añadido que cuando ese problema se produce tiene su origen también en una deficiente gestión de los equipos y de las personas.

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El dilema es que para una buena parte de los trabajadores la opción del trabajo en remoto es fundamental. El 57% de los encuestados afirma que buscaría otro trabajo si el actual le impide el teletrabajo y la incidencia aumenta entre las mujeres y los jóvenes. Esto es algo que coincide con los hallazgos del artículo How people want to work, publicado por el Banco Central Europeo en 2023. Constata que un tercio de los empleados de la eurozona quiere más trabajo a distancia del que esperan que les ofrezca la empresa y plantea que esta brecha podría aumentar la disposición de algunos trabajadores a cambiar de empleador, ya que contar con acuerdos laborales flexibles es un motivo para buscar un nuevo empleo. “La flexibilidad es importante, si no vamos a perder buen talento”, ha avisado Masuda en el mismo sentido.

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