Robson de Souza, conocido deportivamente como Robinho, exfutbolista brasileño y antigua estrella del Real Madrid, se encuentra en un delicado proceso judicial en el que se enfrenta a una condena por violación en Italia, un caso que ha resonado internacionalmente. El también ex delantero del AC Milan fue condenado a nueve años de prisión por participar en una violación colectiva a una joven albanesa en una discoteca de Milán en el año 2013. Ahora, mira hacia su país natal, Brasil, donde espera que el Tribunal Superior de Justicia tome una decisión sobre la homologación de la sentencia italiana este miércoles.
En una reciente entrevista con la emisora Record, Robinho declaró que su condena en Italia fue injusta y fruto de discriminación racial. “Fui condenado en Italia injustamente por algo que no ocurrió y tengo todas las pruebas que muestran eso”, afirmó el exjugador, quien insiste en que la relación sexual con la víctima fue “superficial, rápida y consensuada”. Robinho, de 40 años, también sugirió que su juicio estuvo marcado por el racismo, una problemática que, según él, persiste en Italia y que influenció la decisión judicial en su contra.
Te puede interesar: Qué fue de Robinho, el rey de las bicicletas en el Real Madrid que acabó condenado a nueve años de cárcel por violación
La Constitución brasileña, que prohíbe la extradición de ciudadanos natos pero permite el cumplimiento de penas en territorio nacional, juega un papel crucial en este caso. El futuro inmediato de Robinho está en manos del Tribunal Superior de Justicia de Brasil, que debe decidir si homologa la sentencia italiana, lo que podría llevar al exfutbolista a ingresar en prisión en Brasil.
En su defensa, Robinho ha criticado la falta de imparcialidad y equidad en el proceso legal italiano, argumentando que otros involucrados en el incidente, como su amigo Ricardo Falco, quien también fue condenado, no han enfrentado consecuencias similares. Además, Robinho ha tratado de desvincularse del caso con declaraciones en las que señala diferencias con otros casos de alto perfil, como el de Dani Alves, condenado en España por agresión sexual.
Te puede interesar: El Barcelona tritura al Atlético y Joao Félix vuelve a consumar su venganza
Robinho sostiene que en su situación, hubo una demora en la denuncia de los hechos, a diferencia de lo ocurrido con Alves, donde la denuncia fue casi inmediata. “Mi caso fue una injusticia”, aseguró Robinho, quien también expresó su respeto hacia las mujeres y su inocencia frente a las acusaciones.
La justicia brasileña
El caso de Robinho no solo arroja luz sobre las complejidades legales y las diferencias entre sistemas judiciales en Italia y Brasil sino también pone de relieve los discursos sobre el racismo y su posible impacto en decisiones judiciales. Con su esperanza puesta en el sistema de justicia brasileño, Robinho busca una oportunidad para presentar su versión de los hechos y las pruebas que, según él, demostrarían su inocencia.
En el contexto de un deporte marcado por sus glorias y controversias, el caso de Robinho subraya las difíciles intersecciones entre fama, legalidad y justicia social. A medida que se aproxima la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Brasil, la atención tanto de la prensa internacional como de los aficionados al fútbol se centra en esta historia entrelazada con alegatos de injusticia, esperanza de redención y un llamado a la reflexión sobre el sistema judicial y la sociedad en general.