La primavera en España traerá consigo alergias más duraderas de lo habitual. Los efectos del cambio climático ya se constatan también en este sentido y el aumento de las temperaturas, así como las fuertes precipitaciones de febrero, provocarán que la sintomatología de las alergias se prolongue en el calendario más tiempo del que acostumbra.
El nivel de los pólenes en el centro peninsular será variable en cuanto a la concentración de gramíneas, oscilando entre los 1.000 granos/m3 de Teruel, Zaragoza y Huesca y los más de 5.000 granos/m3 de Toledo, Ciudad Real y Madrid, según los datos presentados este lunes por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
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“En Castilla y León la primavera será moderada, menos en la zona de Segovia, que se prevé intensa. También en algunos puntos de Castilla-La Mancha, como Ciudad Real y Toledo, será muy intensa, como en Madrid. Sin embargo, en Aragón, se espera que los alérgicos tengan una primavera leve”, han apuntado durante el evento en el que han presentado las previsiones del año.
Durante los primeros tres meses de 2024, la SEAIC ha constatado un comportamiento “atípico” de la polinización de las plantas cupresáceas fruto de las altas temperaturas que se han dado durante estos meses. Por ejemplo, Febrero ha sido el mes más caluroso a nivel mundial desde que hay mediciones tal y como publicó el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) hace unas semanas. Esta subida de las temperaturas han provocado “un adelanto de los picos de polinización”, según explica la Sociedad.
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Las consecuencias del cambio climático tienen una relación directa con las enfermedades respiratorias y las alergias, por tanto, tendrán una evidente crecida durante la próxima primavera: “En consecuencia, aumenta la incidencia de las enfermedades respiratorias como el asma, la rinitis alérgica y la conjuntivitis. Además, cambia la distribución y la cantidad de polen en las áreas urbanas, así como los periodos y la duración de las temporadas con mayores niveles de polen”, ha declarado Carmen Andreu, secretaria de la SEAIC, durante la exposición de los datos.
Al calentamiento global se le suman los efectos de la contaminación, muy perjudiciales para quienes sufren de alergia: “Hemos observado un aumento de la sensibilidad a los alérgenos y un agravamiento de los síntomas de los pacientes alérgicos. Además, las partículas contaminantes pueden irritar la mucosa nasal, la piel y la conjuntiva ocular, de modo que los alérgenos penetren con mucha más facilidad”, constata Andreu.
Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la SEAIC, ha hecho un llamado a la inversión en medicina de precisión para que desde la Alergología el impacto de las enfermedades se reduzca al máximo posible: “La revolución tecnológica también ha tenido un impacto significativo tanto en el diagnóstico como en el manejo de los pacientes con enfermedades alérgicas. Gracias a la innovación y a los diagnósticos moleculares, los alergólogos podemos conocer el alérgeno principal causante del problema y administrar un tratamiento con una vacuna personalizada para cada paciente”, señala el presidente.