“Un acto muy egoísta”: un médico de Urgencias clama contra la práctica que hacen muchos pacientes con sus citas

El pediatra de Urgencias y galardonado con el premio Nacional de Medicina, David Andina, ha utilizado su perfil X (antes Twitter) para expresar su descontento con una práctica frecuente que complica el trabajo de los profesionales de la sanidad pública. Andina, conocido por compartir consejos médicos y por denunciar las dificultades a las que se enfrentan los hospitales y centros de salud, especialmente en situaciones de saturación y colapso, esta vez centrado en el comportamiento de ciertos pacientes.

Según el pediatra, un problema considerable en la Atención Primaria es la inasistencia de pacientes a sus citas médicas sin previo aviso. A través de una publicación, Andina muestra una captura de pantalla donde se puede ver que seis pacientes que no acudieron a sus citas programadas para un mismo día y no las anularon. El médico subraya que cancelar una cita a través de la aplicación móvil es un proceso que toma solo unos segundos, y describe la no cancelación como un “acto muy egoísta” que perjudica el funcionamiento del sistema de salud y la atención a otros pacientes.

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En otra publicación, Andina extendió su queja a las citas con especialistas en hospitales, señalando que, a pesar de las largas esperas para obtener una cita, todos los días hay pacientes que no asisten. Reconoce que en el ámbito hospitalario, cancelar o cambiar una cita es más complicado debido a que las centralitas de muchos hospitales están saturadas por el alto volumen de llamadas. No obstante, recuerda que en el caso de la Atención Primaria, gestionar la cancelación de una cita a través de la aplicación solo requiere de unos segundos: “Se tarda 15 segundos en anular la cita con la aplicación”.

Las declaraciones de Andina ponen de relieve la importancia de la responsabilidad individual en la gestión de las citas médicas, subrayando cómo conductas aparentemente menores pueden tener un impacto significativo en el sistema de salud y en el acceso de otros pacientes a la atención médica necesaria.

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La situación de las listas de espera en el sistema de salud ha alcanzado niveles preocupantes desde la irrupción de la pandemia de coronavirus en 2020, dejando un saldo de dos millones de cirugías pendientes hasta 2022. Según un estudio realizado por el Proyecto Venturi para el Círculo de la Sanidad, basado en los datos oficiales semestrales del Ministerio de Sanidad, la proporción de las listas de espera respecto a la actividad médica ejecutada no ha hecho más que incrementarse desde la pandemia.

El análisis revela que gran parte del aumento de las listas de espera corresponde a pacientes que, por distintas razones, quedan marginados de las estadísticas oficiales, como aquellos que temporalmente no pueden ser programados, quienes rechazan ser atendidos en un centro alternativo, o aquellos en espera de especialidades no consideradas en el informe.

En junio de 2023, mes al que corresponden los últimos datos publicados, el número de pacientes en espera de una cirugía no urgente ascendía a 819.964, lo que representa un incremento de 115.000 personas en comparación con el período previo a la pandemia. Aunque el tiempo medio de espera ha disminuido ligeramente a 112 días, tres días menos que en junio de 2019, el volumen de pacientes que ingresan a la lista de espera quirúrgica alcanzó la cifra récord de 1,5 millones en el período analizado, con 1,25 millones saliendo de ella, resultando en un diferencial de 250.000 pacientes no contabilizados solo en ese lapso.