“Te cedo una cita”: el grupo de voluntarias que quiere acabar con las demoras en los trámites de Extranjería

El atasco del sistema de Extranjería en España impide a los migrantes llevar a cabo los trámites necesarios para regularizar su situación

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Foto de archivo: Ciudadanos extranjeros
Foto de archivo: Ciudadanos extranjeros esperan para acceder a la Oficina de Extranjería en Almería (Subdelegación de Gobierno en Almería/Europa Press)

Safia El Aaddam denuncia desde hace tiempo en sus redes sociales el mal funcionamiento del servicio de Extranjería en España. El atasco del sistema impide que los migrantes consigan cita en la administración y lleven a cabo los trámites necesarios para regularizar su situación. Cuanto más esperan una respuesta, los permisos caducan y eso hace que las personas no puedan trabajar, pierdan sus casas o incluso acaben deportados. La activista lo tiene claro: “Nuestros derechos no se venden”, clama en sus redes sociales. Ante esta compleja situación, esta “Hija de Inmigrantes” (como se autodenomina en Instagram) empezó una campaña para intentar ponerle solución. “Te cedo una cita” (campaña de Hijas de la Inmigración) consigue ayudar y agilizar el proceso para aquellas personas que necesitan realizar cualquier trámite de Extranjería.

El funcionamiento es sencillo, pero requiere de trabajo y coordinación por parte del equipo de voluntarias. Estas personas se conectan en distintos horarios e intentan encontrar un hueco para los miles de solicitantes que recibe su organización. “Si yo para mí misma estoy pidiendo cita y no la consigo en tres meses, igual si hay diez, veinte o cien personas pidiéndolo para mí, son muchas más opciones”, razona Paola, una de las voluntarias del proyecto.

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La mujer lleva tiempo dentro del proyecto y, a sus 48 años, es la más veterana de un equipo normalmente formado por veinteañeros. Explica a Infobae España que entró en la campaña “empujada” por su hija, que por aquel entonces tenía 16 años. “Pasé de decir yo no veo colores, yo no soy racista a darme cuenta de que era profundamente racista y no lo sabía”, afirma. “Tenía prejuicios e ideas preconcebidas acerca de cómo era el sistema de Extranjería, que luego con los datos en la mano se me iban desmontando”, confiesa.

La disfunción del sistema paraliza la vida de los migrantes

Con “Te cedo una cita” ha podido conocer el funcionamiento de Extranjería. El sistema publica los huecos disponibles en su sede electrónica y solo se pueden reservar de forma telemática. “Las citas van saliendo en paquetes aleatoriamente, no unos días ni unas horas concretas. Y siempre en menor número que aquellas personas que necesitan acceder a un trámite o renovar una documentación que ya tuvieran regularizada”, explica. “Se acaban en segundos y puedes estar meses para poderlas encontrar con esta disfunción de la administración”. Pero los plazos exigidos por la administración no se retrasan. “Puedes tener noventa días para renovar tu documentación, no lograr hacerlo y tener que reiniciar todo tu proceso”, asegura Paola. Las consecuencias no se quedan ahí, pues no tener los papeles en regla significa “que se te cancele la cuenta bancaria y no poder alquilar, no poder recibir prestaciones si tienes derecho a ellas, no poder firmar un contrato... Porque aun siendo una disfunción de la administración, lo que consta es que tú no has seguido el procedimiento adecuado para renovar”, denuncia la voluntaria.

En la cola de Extranjería hay personas como Noura, que lleva dos años a la espera de una cita. Esta refugiada siria llegó a España hace seis años con su marido y sus niños de la mano de ACNUR. Su hija más pequeña, Talya, nació ya en Madrid en el año 2022. Para que la menor de dos años consiga su carné de identidad, necesita acudir a Extranjería y obtener el resguardo de su solicitud de protección internacional, pero por más que llama a las oficinas de Aluche no consigue que le cojan el teléfono. Tampoco ha logrado reservar una cita por el sistema electrónico. “Incluso intenté hacer su DNI en Segovia (es más sencillo acceder al sistema en provincias pequeñas), pero me dijeron que necesitaba estar empadronada allí”, explica a Infobae España.

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Ello se debe en gran parte al papel que juegan las mafias. Existen en España organizaciones dedicadas a vender de forma ilegal estos turnos. A través de bots, consiguen reservar en tiempo récord los huecos que ofrece la Administración para después vendérselas a los que verdaderamente las necesitan. Los precios de este servicio van desde los 30 euros hasta los 300 euros, dependiendo del procedimiento requerido. “A veces es una necesidad familiar, no individual. Si piden pagar 30 euros por cinco miembros de tu familia cada dos años (para renovar el NIE), hay gente que no puede”, insiste Paola. Las convocatorias para solicitar asilo son las más caras: pueden alcanzar los 600 euros, alerta la voluntaria. Es el proceso con mayor demanda, tanto en la campaña de “Te cedo una cita” como a nivel nacional: tan solo en 2023, España recibió 163.220 solicitantes de asilo, un 37% más que en el año 2022, según datos de CEAR. Sin embargo, después de los obstáculos superados por estas personas (y el dinero invertido), solo llegó a reconocer al 12%.

Noura ha acudido también a estos canales ilícitos, ante la falta de ayuda de las administraciones. En un primer momento, le pedían 250 euros para conseguir su ansiada cita. Ahora, la cifra ha ascendido a 500 euros, un dinero que no puede permitirse. “No sé qué voy a hacer”, dice, desesperada.

Las organizaciones tampoco han podido solucionar su problema. “Fui a Accem, a ACNUR, Cruz Roja… pero ninguno pudo hacer nada”, cuenta. Esto es algo que Paola conoce de primera mano, pues a “Te cedo una cita” no solo llegan peticiones individuales. “Nosotras hemos llegado a tener contacto con CEAR, a tener gente de Cruz Roja pidiéndonos cita”, asegura. “Tenemos un porcentaje muy alto de solicitudes por parte de asociaciones, fundaciones que están a cargo de centros de menores no acompañados, asistentes sociales, ayuntamientos… Ven que tienen usuarios en situación de vulnerabilidad, que tienen que hacer algún trámite (en Extranjería) y no pueden porque no consiguen la cita ni ellos mismos”.

Un grupo de voluntarias contra las mafias y el racismo institucional

Safia El Aaddam, creadora de
Safia El Aaddam, creadora de la campaña "Te cedo una cita" (@hijadeinmigrantes/Instagram)

La falta de convocatorias no es el único problema existente en Extranjería, indica Paola. Los sistemas y hasta el nombre de los procesos varían por comunidades autónomas, lo que complica más el escenario. Como siempre, son únicamente accesibles a través de internet, por lo que se cierra la puerta a quienes no tienen un ordenador o los conocimientos informáticos necesarios. Además, los trámites solo se ofrecen en un idioma. “No es solo pagarlo, es la dificultad añadida a un procedimiento que debería ser estándar y accesible”, asegura la voluntaria.

Unas lacras que responden, según explica Safia en su web, al racismo institucional. “A las personas migrantes en España o nos venden los derechos fundamentales y básicos o nos los quitan. Nos venden citas. Nos venden la nacionalidad. Nos venden contratos de trabajo. Nos quitan el derecho a voto. Nos quitan el derecho a ser votadas. Nos quitan el derecho a ser funcionarias del estado. Y un largo etcétera”, asegura. Ante todos estos obstáculos, el equipo de Hijas de la Inmigración ha unido fuerzas y, tras cinco años de funcionamiento, su campaña ha logrado que 8.000 usuarios consigan su turno en la administración.

Las solicitudes llegan a la campaña a través de su página web (votaresunderecho.es/tecedounacita), en la que los usuarios se inscriben a través de un formulario donde explican a qué procedimiento están intentando acceder. A partir de esas indicaciones, las voluntarias buscan hasta conseguir una convocatoria que responda a estas necesidades.

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