La próxima campaña de la declaración de la Renta dará comienzo el 3 de abril y concluirá el 1 de julio. De esta forma, los contribuyentes dispondrán de un plazo de casi tres meses para cumplir con sus obligaciones fiscales del año 2023. Este proceso es fundamental para asegurar la continuidad de los recursos públicos. Los impuestos, tasas y contribuciones especiales desempeñan un papel crucial en la financiación de los servicios administrativos a nivel estatal, autonómico y local.
Así, quienes deban rendir cuentas sobre el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), podrán enfrentarse a dos tipos de situaciones: por un lado, es posible que puedan recibir un reembolso por parte de la Agencia Tributaria si las retenciones pagadas de IRPF superan la cuota debida, o, por el contrario, que sean ellos los que tengan que pagar al organismo si la cuota efectiva resulta ser inferior a la debida.
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En este contexto, y con el fin de tener que pagar menos al hacer la declaración de la Renta, es importante que los contribuyentes tengan en cuenta a los gastos deducibles a la hora de elaborar la declaración. La amortización de la hipoteca, es decir, el pago del préstamo hipotecario, es uno de ellos.
Cuándo se desgrava la hipoteca en la declaración de la Renta
La deducción por hipoteca, también conocida como préstamo hipotecario, sólo será aplicable en la declaración de la Renta para aquellos que adquirieron su vivienda antes del 1 de enero de 2013. Las hipotecas sobre inmuebles adquiridos después de esta fecha no son deducibles, pero aun así deben ser declaradas.
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Así, la hipoteca puede ser considerada como una deducción en la declaración de la Renta si el préstamo se utiliza exclusivamente para la compra de un inmueble. A menudo, los bancos pueden incluir en el préstamo una suma adicional para reformas, la compra de muebles, entre otros gastos. Sin embargo, en estos casos, únicamente será elegible para la deducción la parte destinada a la adquisición de la vivienda.
Los contribuyentes que cumplan con estos requisitos pueden deducir hasta un máximo del 7,5% de las cantidades pagadas durante el ejercicio fiscal, con un límite de 9.040 euros por año.
Cómo desgravar al máximo la amortización de la hipoteca
Existen distintas estrategias para aprovechar al máximo las ventajas fiscales de la amortización hipotecaria. Estas son algunas de ellas:
- Pagar intereses adelantados: abonar los intereses hipotecarios por adelantado al inicio del año fiscal podría incrementar el monto deducible en tu declaración de impuestos.
- La planificación tributaria: Para planificar de manera efectiva tu situación fiscal y maximizar las deducciones hipotecarias, es recomendable consultar a un profesional de impuestos o a un asesor financiero.
- Realizar mejoras en el hogar: determinadas mejoras en el hogar, sobre todo relacionadas con la eficiencia energética, pueden ser elegibles para recibir créditos fiscales adicionales.