Felipe VI vuelve a disfrutar de uno de sus planes favoritos sin la reina Letizia: fin de semana de esquí con amigos en Formigal

El rey Felipe VI ha vuelto a aprovechar el fin de semana para hacer una escapada entre amigos y disfrutar de uno de sus planes favoritos sin la reina Letizia. El monarca se desplazaba este viernes hasta el Pirineo Aragonés para esquiar en una visita privada a la estación de Formigal, en Huesca, seis años después de su último viaje a este lugar.

A primera hora de este sábado, Felipe se ha dejado ver en las pistas de este centro invernal. En concreto, ha accedido por la zona de Sextas y ha esperado en la fila para subirse al telesilla y ascender hasta la cumbre. Allí, el rey ha podido disfrutar de su gran pasión por el esquí, aprovechando las excelentes condiciones de la nieve este fin de semana, el mejor de la temporada.

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Entre fuertes medidas de seguridad, Felipe ha estado acompañado por varios amigos, aunque solo ha trascendido la identidad del empresario Antonio Gericó, presidente ejecutivo de Aramón, según ha confirmado el grupo de estaciones de esquí aragonés y recoge EFE.

No es rara la ausencia de Letizia en este plan de fin de semana, pues es de sobra conocida la poca afición de la reina por el esquí. De hecho, la última vez que se vio a la esposa del monarca practicando este deporte fue en 2017. Hace unas semanas, el rey también abandonaba Zarzuela en solitario para irse a esquiar con amigos, esta vez en Baqueira Beret.

Mientras Felipe se relaja con amigos en el Pirineo aragonés, su padre, el rey Juan Carlos, también disfruta de uno de sus planes favoritos en la costa gallega. El emérito ha vuelto a España para participar en la primera serie de la Liga española de la clase 6 metros, una regata con la que comenzará el calendario de preparación hacia el Europeo que se celebrará a finales de año en la ría de Pontevedra.

El exmonarca aparecía este viernes en el Real Club Náutico de la localidad pontevedresa acompañado de la infanta Elena, que ha estado junto a él en todas sus visitas a España. Sonriente y relajado, el padre de Felipe VI charlaba con sus acompañantes y saludaba a los curiosos y a la prensa antes de embarcarse en el Bribón para disfrutar de una jornada de entrenamientos que su hija siguió muy de cerca en una embarcación auxiliar.

Por la noche, Juan Carlos y Elena se desplazaron hasta Cambados con el empresario Pedro Campos, íntimo amigo del emérito y anfitrión en sus visitas a Galicia, para degustar una cena en la marisquería Ribadomar.