Desde este viernes entra en efecto una medida clave para promover la seguridad en el ámbito del juego: la prohibición del uso de tarjetas de crédito para ciertos perfiles de jugadores. Esta normativa, establecida en el Real Decreto 176/2023 del 14 de marzo, busca minimizar los riesgos asociados al juego, especialmente aquellos relacionados con el endeudamiento.
La intención detrás de la restricción, mencionada en los artículos 21 y 30.2 del decreto, es impedir que los jugadores denominados intensivos y aquellos con comportamientos de riesgo incurran en deudas jugando, según ha comunicado el ministerio de Derechos Sociales. Definidos como intensivos aquellos adultos que registran pérdidas superiores a 600 euros semanales durante tres semanas seguidas, y como jóvenes intensivos aquellos que pierden más de 200 euros en el mismo periodo, esta medida se orienta hacia la prevención de problemas financieros graves.
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Por otro lado, los jugadores con comportamientos de riesgo se identificarán según criterios de los operadores durante los próximos dos años. Estos deberán implementar sistemas eficaces para reconocer y manejar dichos comportamientos en usuarios registrados.
Límites de tiempo y de dinero
El decreto también introduce otras regulaciones relevantes, que entran en vigor simultáneamente. Una de ellas es la obligación de establecer límites de tiempo y dinero antes de iniciar cualquier sesión de juego, aplicable a la licencia de otros juegos y loterías instantáneas, según los artículos 13 y 15. Esta disposición asegura que, al alcanzar cualquiera de estas limitaciones, la sesión de juego concluirá automáticamente.
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Adicionalmente, se proscribe la utilización de mensajes potencialmente engañosos, como aquellos que sugieren que un jugador estuvo cerca de ganar. Por otro lado, se instaura la norma de informar periódicamente a los jugadores sobre premios superiores a 5.000 euros y de presentar mensajes informativos de obligatoria lectura cada 60 minutos durante la sesión de juego, tal como determina el artículo 16.
Otra medida que entra en vigor es la obligación de uso de medios de pago nominativos para jugadores en riesgo (artículo 30.1). El objetivo es evitar que un jugador en riesgo que ya ha agotado sus recursos utilice medios de pago de terceras personas (familias, amigos, tarjetas de empresa) para continuar jugando, generando una deuda a una tercera persona que puede desconocer la situación.
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Además, los participantes jóvenes (18-25) no podrán recibir ningún tipo de actividad promocional cuyo objeto sea ajeno a la actividad de juego desarrollada en la plataforma del operador. El objetivo es evitar que los participantes más jóvenes obtengan regalos por parte de los operadores de juego que poco o nada tengan que ver con el juego (entradas a partidos, viajes, etc.) pero que le impulsen a gastar altas cantidades de dinero en el juego para poder obtener esas ventajas. También se establece la prohibición de ciertos mensajes engañosos durante el desarrollo de los juegos (artículo 17). Se trata de mensajes similares a “casi acertaste”, “estuviste cerca” o similares.
Premios superiores a 5.000 euros
Por otro lado, se fija la obligación de emitir mensaje y ofrecer la posibilidad de ingresar premios superiores a 5.000 euros. El artículo 16 especifica que, durante la sesión de juego, la persona deberá recibir, al menos cada 60 minutos, mensajes informativos periódicos de lectura obligatoria para poder continuar jugando. Estos mensajes tienen que contener información objetiva relativa a la conducta de juego durante la sesión, como por ejemplo el tiempo jugado, las cantidades apostadas o las pérdidas netas producidas, y en ningún caso pueden ofrecer juicios de valor del operador sobre dicha conducta.
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Asimismo, mediante la disposición final sexta del artículo, se regula el abono de premios por los operadores. Mediante esta modificación, cuando el participante obtenga un premio y la diferencia entre la participación y el premio obtenido sea superior a los 5.000 euros, el operador deberá remitir un mensaje al jugador en el que ofrezca a éste la posibilidad de solicitar la transferencia del importe del premio a través de alguno de los medios de pago que el operador hubiera establecido.