La proposición de ley de amnistía ya ha madurado con su aprobación en el Congreso. Sus siguientes pasos serán en el Senado, donde el PP tratará de dilatar los trámites lo máximo posible, aunque no más de dos meses. Con todo, el texto ya está consolidado, por lo que el bloque de la investidura puede soltar las riendas y centrarse en el siguiente escenario, que es el electoral. Y es que la convocatoria de comicios en Cataluña para el 12 de mayo ha pillado a medio vestir a algunos partidos, que no pueden permitirse un respiro después de tantos meses con la amnistía monopolizando el debate político, y deben ponerse manos a la obra para arrancar a todo motor la maquinaria electoral.
El escenario es complicado tanto para el PSOE como para el PP. Las primeras encuestas pronostican una subida del PSC, encabezado por Salvador Illa, que, en cualquier caso, no sería suficiente como para alcanzar la mayoría absoluta, que se sitúa en los 68 escaños. Los socialistas tendrían que valerse de ERC o de Junts para acceder a la Generalitat. Al respecto, fuentes socialistas señalan que intentarán evitar la coalición, por lo que buscarán el apoyo externo de los independentistas para conformar un Ejecutivo en minoría. Aunque Junts ya ha descartado pactar con los de Illa para hacerle presidente, priorizando así los acuerdos con ERC.
Te puede interesar: Aragonès convoca elecciones en Cataluña el próximo 12 de mayo tras no aprobar los presupuestos
Es inevitable que lo que ocurra en las elecciones catalanas no salpique al escenario nacional. Y es que aún quedan más de tres años de legislatura, que los socialistas pretenden agotar y en los que seguirán requiriendo del apoyo de los grupos minoritarios para sacar adelante diferentes iniciativas. Fuentes de la Ejecutiva del PSOE confían en que la estabilidad de la legislatura no se verá comprometida, y tampoco creen que los ataques del PP a su candidato lleguen a ningún puerto, porque aseguran que es una persona “íntegra” y muy bien valorada.
El PP negocia con Ciudadanos
En el Partido Popular tienen las cosas aún más complicadas, ya que el adelanto electoral les ha pillado sin candidato. Han sido meses de lucha interna entre el PP catalán y Génova: el presidente del partido, Alejandro Fernández, pide desde hace mucho tiempo la celebración de un congreso que le afianzase como candidato, sin lograr que Feijóo fijase una fecha. Ahora todo se ha precipitado, no da tiempo a unas primarias y los populares se enfrentan a los comicios sin destapar quién será la persona que les represente.
Te puede interesar: Ayuso acusa a Pedro Sánchez de buscar su destrucción personal: “Es Hacienda quien debe 600.000 euros a mi pareja”
Lo que sí tienen claro es que quieren integrar nombres de Ciudadanos en sus listas y, de hecho, esas negociaciones ya han comenzado. Según confirman fuentes de la Dirección Nacional del PP, la secretaria general de los populares, Cuca Gamarra, ya habla con su homólogo de Ciudadanos, Adrián Vázquez, para llegar a un acuerdo. Y este es también el motivo que exponen las mismas fuentes para no confirmar a Fernández como su candidato. Quieren avanzar en esa negociación, que también se extenderá a las elecciones europeas, o ese es su objetivo.
La idea es aprovechar su capital político, no solo en Cataluña y en Europa, sino también a nivel nacional, integrando, de una vez por todas, todos los nombres potentes vinculados con Ciudadanos en el PP para crear un proyecto común y que la derecha esté menos dividida. Eso sí, en la negociación los populares parten de la premisa de que no van a aceptar ni coaliciones y tampoco dejarán que sus siglas se vean perjudicadas.
Te puede interesar: El PSOE apoya la investigación del ‘caso Koldo’ en el Senado, pero el PP no acepta la del resto de contratos en el Congreso
Las vascas quedan desdibujadas
Con todo, las elecciones más próximas son las vascas, convocadas para el próximo 21 de abril. Los socialistas también se muestran confiados en Euskadi, ven posibilidades en una coalición con el PNV en la que no haga falta tirar de Bildu. Sin embargo, el escenario actual es que los abertzales han crecido mucho, y los nacionalistas vascos están en caída, o eso exponen las encuestas. En cualquier caso, los sondeos preliminares sitúan al PSOE vasco como llave de la Lehendakaritza.
El Partido Popular de Javier de Andrés lo tiene más difícil. Además, fuentes del mismo reconocen que el adelanto en Cataluña les quita el foco nacional. “Euskadi se ha convertido en una meta volante”, señalan. Su objetivo a batir es el PNV para hacerse con su electorado, y así concentrar el voto moderado en sus siglas. No saben cómo les afectará la irrupción de las elecciones en Cataluña, pero no descartan que les pueda influir en su campaña.