Un sistema privatizado, largas listas de espera, déficit de camas y bajo gasto por habitante. Estos son solo algunos de los problemas que enfrenta la sanidad pública madrileña, según ha indicado este jueves la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) en su tercer informe, que lleva por título Diagnóstico de la Salud y del Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid, donde también advierten de que la Atención Primaria está “infrafinanciada”.
“No existe ninguna evidencia de mejora de la asistencia sanitaria en la región, a pesar de los ingentes recursos económicos destinados a los centros privatizados″, señala el informe, y en ese sentido, el doctor Marciano Sánchez, presidente de FADSP, ha destacado en rueda de prensa que se trata de “un modelo que ha fracasado y debería revertirse”.
Te puede interesar: El falso médico desenmascarado tras ejercer 30 años y estafar más de 300.000 euros: “A mi madre le ha jodido la jubilación”
Las listas de espera en la Comunidad de Madrid “continúan siendo un problema importante para la asistencia sanitaria”, de forma que en 2023 hubo 643.138 personas en lista de espera (quirúrgicas, de consultas externas y/o pruebas diagnósticas), y las demoras medias para el diagnóstico son de 44,65 días. Por otro lado, hay que tener presente que existe una discriminación en el tiempo de demora para quienes se niegan a ser derivados a un centro privado, añade el informe.
Sánchez también ha indicado que la “infrafinanciación es otra de las peculiaridades del sistema público madrileño” y ha recordado que Madrid es la región que menos destina a sanidad por habitante y año al invertir 1.468 euros por persona, según consta en los presupuestos de 2024. “Para estar en la media del dinero presupuestado por habitante y año en otras comunidades debería incrementarse en 1.000 millones de euros”, sostiene el presidente de FADSP, que ha advertido de las deficiencias estructurales tanto en recursos humanos, como en infraestructuras y equipamientos técnicos, “debido a la falta de inversión pública en las mismas”.
Te puede interesar: Un hogar más verde: así es el gran plan de Europa para la eficiencia energética de las viviendas
Reducción de camas
En cuanto a la Atención Especializada, indica el informe, el número de camas hospitalarias instaladas en la Comunidad de Madrid ha disminuido desde 2012, pasando de 3,45 a 3,18 por 1.000 habitantes en 2021, siendo la media en el país de 3,29. En cuanto a las camas en funcionamiento, se da una situación similar, ya han disminuido desde las 2,89 en 2012 a 2,70 en 2021. “Esa reducción de camas explica el atasco de las urgencias cuando hay un pico en la demanda”, ha aclarado Sánchez ante los medios de comunicación.
En ese sentido, el presidente de FADSP también ha criticado que entras las camas instaladas “se contabilizan las del Hospital Enfermera Isabel Zendal”, un centro que “no tuvo ingresos de pacientes en 2022 ni en 2023 y que produce gastos sin dar utilidad a la región”. También ha cuestionado el nuevo Centro Especializado de Atención Diurna para la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) que este hospital quiere poner en marcha al considerar que “no reúne las condiciones para tratar a esos enfermos, pues necesitan unidades especiales”. “Haría falta una remodelación muy significativa”, ha aclarado.
La sanidad privada aumenta su personal
Por otro lado, señala el informe, “la salud mental sufre un gran abandono en la Comunidad de Madrid” debido a los escasos recursos hospitalarios y humanos, ya que entre 2021 y 2022 “se han reducido en un 10,58% las unidades de apoyo de salud mental en Atención Primaria”, lo que también ha generado que las listas de espera en este área sean muy elevadas.
En cuanto a la sanidad privada, a diferencia de la pública, “ha aumentado tanto el número de personal, como las camas, pues existe un peso cada vez mayor del sector privado (especialmente el que funciona con financiación pública) y una significativa menor dotación del sector privado respecto al público”. El informe también señala que se ha producido un aumento del 3,9% en los aseguramientos privados desde el año 2017 al 2022, como “consecuencia tanto del desgaste que ha sufrido la sanidad pública por las diferentes leyes que la han atacado en los últimos años, como por la propaganda que se hizo de los seguros privados desde el Gobierno regional”.