En el ámbito de la medicina, los profesionales se encuentran constantemente ante el desafío de diagnosticar condiciones que a primera vista pueden parecer triviales, pero que esconden complicaciones serias. Una médica ha compartido a través de X (antes Twitter) su experiencia ante casos en los que los pacientes llegan preocupados por el cansancio que sienten, y que, en ocasiones, han terminado con el diagnóstico de enfermedades graves.
La médica, ya experimentada, cuenta uno de los casos a los que se enfrentó cuando comenzaba en la profesión como residente. “De R1 haciendo guardia de urgencias, me vino una chavala con aspecto sanérrimo diciendo que se cansaba con mucha facilidad, sobre todo subiendo escaleras y que esa mañana su médico le había hecho una analítica, pero no se fiaba. Lamento decir que me puse borde”, cuenta la doctora. A pesar de su actitud inicial, le repitió la analítica y le hizo radiografía de tórax, que reveló una condición grave: “Tenía un trombo en un pulmón (ahí el signo de alarma fue lo de la escalera y que tomaba anticonceptivos), no se me debía haber pasado, pero otra vez, era R1″. “En fin, le pedí las pruebas correctas, pero lo hice mal por borde”, lamenta.
Te puede interesar: Un médico MIR denuncia su semana laboral de 88 horas: “Es inhumano y peligroso para los pacientes”
Esta experiencia fue un punto de aprendizaje crucial para la médica, que volvió a enfrentarse a una situación parecida conforme cuenta. Residente. “La siguiente vez que me vino una chavala a urgencias con aspecto de rebosar de salud diciendo que no podía con su alma me saltaron las alarmas y la analítica era bastante anormal. Se quedó ingresada y tenía una leucemia. Meses después le hice una punción lumbar para la quimio”.
En su hilo de X, la profesional recuerda que el cansancio puede ser síntoma de una enfermedad que se esconde. Es frecuente que sea resultado de circunstancias NO DE SALUD, sino de llevar una doble o triple jornada, de no dormir, de no tener esperanza, etc”, reconoce, pero añade que “hay cansancios físicos y espirituales y bueno, hay que escuchar un poco los signos de alarma.”
Te puede interesar: Las agresiones en el sistema sanitario superaron las 13.000 en 2022, un 5 % más
Estos casos recuerdan la importancia de una escucha activa y un análisis cuidadoso por parte de los profesionales de la salud, incluso cuando los síntomas pueden parecer benignos a primera vista.
Guardias, fatiga y una promesa de cambio
La médica también ha hablado de la situación de los trabajadores de los centros sanitarios y la situación de fatiga en la que viven: “Los sanitarios estamos siempre cansadísimos también porque este es un curro que te consume por dentro y no tenemos casi nunca tiempo de hacerlo todo lo bien que deberíamos”.
La situación de fatiga se acentúa en los médicos internos residentes (MIR), que se encargan de cubrir guardias sanitarias. Bernardo Soto, un MIR de Hematología y Hemoterapia en la Comunidad de Madrid, denunciaba a través de sus redes sociales, que esta semana trabajará tres guardias, un total de 88 horas laborales en una semana que casi duplican las permitidas por la normativa europea (48 horas). “No puede ser que las urgencias hospitalarias de este país estén sostenidas por los médicos residentes. Hay que acabar con esta anomalía europea de inmediato”, explicaba resignado el pasado sábado en su cuenta de X.
En febrero, la ministra de Sanidad, Mónica García, anunciaba la intención del Gobierno de acabar con las guardias de 24 horas, aunque no será inmediato. Unos días después de lanzar la promesa, admitía que