Si hay un programa mítico en la pequeña pantalla, de esos cuyos fragmentos se repiten hasta la saciedad tanto en las redes sociales como en las reposiciones, ese es Callejeros. Porque, ¿quién no se acuerda de Ramón el de Pitis, de las vecinas de valencia o el baptisterio romano? Con la intención de seguir sorprendiendo como antes, el espacio ha regresado a Cuatro para ser su gran apuesta de los miércoles.
Más allá de la intención, tienen todos los ingredientes para hacer que triunfe y es que a los mandos está uno de sus rostros emblemáticos, Nacho Medina, que vuelve tanto como reportero como director del programa. Él ha sido el encargado de capitanear esta vuelta al trabajo en la que Infobae España estuvo presente y en la que se desvelaron muchos de los detalles tanto de lo que se verá esta temporada y como de lo que no.
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La intención de Nacho Medina con este regreso es que el programa “por lo menos entretenga a la gente” y es que para él Callejeros es un formato que aúna información y entretenimiento a partes iguales. Su deseo máximo, y que sería sinónimo de éxito, es “que al espectador le toque algo que le haga disfrutar de los 60 minutos del programa”. ¿Cómo lo quieren lograr? Con esa “cercanía” que hace que “si estás zapeando te quedes a verlo por cómo está puesta la cámara”, por las preguntas del reportero y la variedad de protagonistas de cada episodio.
Si hay algo que se han encontrado en esta nueva temporada en contraposición a las anteriores es que la gente de a pie sabe muy bien qué es Callejeros y es consciente de que algunos de sus protagonistas del pasado terminaron siendo carne de meme, lo que a algunos les da reparo exponerse ante la cámara. “Es cierto que hay miedo a convertirse en un meme”, reconoce Medina tras estas grabaciones, para después asegurar que siempre consiguen a alguien dispuesto a contar su historia y es que ellos lo hacen siempre desde el respeto y ganándose la confianza de sus interlocutores. “No hay que ir directamente a hacer cuatro preguntas, yo creo que esa es la diferencia”, asegura.
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Eso es lo que les ha ayudado a entrar en algunos de los enclaves más peligrosos de España, donde cuentan que lo primero que hacen es presentarse a la persona que está al mando y contarles su labor. Y aunque suelen recibirlos bien, confiesa que “cuando llevas siete días en un barrio de la droga, al sexto día te quieren echar porque dicen, ‘es que estos no van a detenerse’. Y así es, no nos detenemos”.
Nuevo casting
Una de las grandes novedades de este regreso es que Callejeros cuenta con un elenco nuevo de reporteros, sin tener a cuenta al veterano Nacho Medina. Ellos son Adolfo Zarandienta, Silvia Ruiz y Fanny Boehm, todos con una gran experiencia ante las cámaras. Sobre cómo les eligieron para el formato, Nacho contó que hicieron un gran barrido por todas las cadenas de España, tanto públicas como privadas, para encontrar a los rostros que más encajaban con la idea de Callejeros. A los finalistas les hicieron una prueba que Fanny contó al detalle.
“Me llamo Nacho y me pidió que le mandara unas cuantas cosas mías y luego que hiciera un vídeo. Me tiré todo el día haciéndolo. Esa es la esencia de Callejeros, que es un poco, ‘¡venga! ¡Un poquito más! Voy a ir ahí y a ver qué me pueden decir...’”. Si bien tuvo las ideas claras, esta prueba, para la que no tenía guion, tuvo sus complicaciones y es a Boehm a veces le da “reparo preguntar a la gente. Tienes que no armarte de valor”. La clave para que sea más fácil, en su experiencia es “ir con cariño, porque al final la gente tiene cariño al programa”.
Nacho Medina, por su parte, quiso nombrar las cualidades que debe tener un ‘callejero’ para encajar en el proyecto: “Entusiasmo, cercanía y resiliencia. Esta es una palabra muy fea, pero que es que si te caes porque has tenido una secuencia que no te ha funcionado, hay que seguir. No puedes irte a llorar ni irte a una esquina, ni volverte a tu casa. Hay que seguir”.
Con el trabajo ya hecho de cara a esta temporada, el hijo del mítico Tico Medina reconoció que, si bien ha notado cambios en las calles en estos diez años, todavía hay realidades que le han dejado muy sorprendido. De todas, hay una que le ha marcado especialmente: “Lo de las chabolas me ha impactado. Eso en pleno Madrid hay gente viviendo en la calle. Y algunos es por falta de comunicación que viven en la calle, porque hay mucha gente que lo hace que se encela con servicios sociales y no va a quejarse o a pedir”.