La esquizofrenia es una enfermedad que puede provocar alucinaciones, delirios y trastornos en el pensamiento y comportamiento y, según datos de la Organización Mundial de la Salud, afecta a unos 24 millones de personas en todo el mundo, es decir, 1 de cada 300, de ahí la importancia de los avances en la investigación en salud mental. Se trata de una enfermedad que suele aparecer antes de los 18 años hasta en el 15% de los casos y que presenta características diferenciadas en hombres y mujeres, tal y como han destacado los expertos que han participado en la última edición del encuentro de profesionales, Meet The Expert, Personalización en psicosis: una persona, una realidad, organizado por la Alianza Otsuka-Lundbeck.
“Los trastornos mentales se manifiestan de distintas formas dependiendo de la edad y hasta en el 10-15% de las personas, la esquizofrenia debuta antes de los 18 años y con características distintas a cuando aparece en el adulto”, explica el doctor Celso Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, que aclara que por ejemplo en los niños “son mucho más frecuentes las alucinaciones auditivas, los delirios son menos estructurados, hay una mayor desorganización conceptual con trastornos del contenido del pensamiento, además de un peor pronóstico”, añade el catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid.
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El experto asegura que “cuanto antes debute la patología, peor es su pronóstico y la respuesta al tratamiento psicoterapéutico y farmacológico” y explica que habitualmente existe una mayor sintomatología negativa y mayor afectación cognitiva que cuando aparece en personas adultas.
Por su parte, el doctor Benedicto Crespo-Facorro, director de la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital Virgen del Rocío (Sevilla) y coordinador del Plan Integral de Salud Mental de Andalucía, destaca la necesidad de prestar atención a las alteraciones de conducta que se pueden producir en estas edades, ya que en algunos casos “podrían corresponderse con la aparición de un trastorno psicótico, cuyo diagnóstico temprano es esencial”. Por tanto, añade, “resulta vital establecer un diagnóstico diferencial en la etapa infantojuvenil que tenga en cuenta los síntomas psicóticos en diferentes diagnósticos, así como síntomas aislados, no relacionados con el trastorno”.
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Diferencias entre comunidades autónomas
Los expertos coinciden en la importancia de disponer de recursos específicos adecuados para cada edad, que haya dispositivos “agradables” en todas las comunidades autónomas, es decir, “un ambiente poco institucionalizado y médico, más centrado en aspectos sociales y de ocio, pero que pueda también proveer de servicios médicos, psicológicos, de enfermería”, tal y como están poniendo en práctica países como Australia, Estados Unidos y en el norte de Europa.
“Contar con esos recursos terapéuticos específicos para adolescentes y jóvenes basados en la evidencia y coste-eficientes es una de las grandes carencias que tenemos en nuestro país, donde existen enormes diferencias autonómicas”, critica Arango. Así, en regiones como Navarra, Cataluña o País Vasco, la población tiene acceso a estos recursos de atención temprana a primeros episodios psicóticos, “algo que no sucede en muchas otras autonomías”.
Atención clínica de las mujeres con esquizofrenia
Otro de los avances logrados en los últimos años es que se ha podido constatar que “hay una clara evidencia de que la psicosis en hombres y mujeres tiene características diferenciadas”, de forma que en ellas la edad de inicio es más tardío y la sintomatología habitualmente más depresiva, “con menores síntomas negativos y mejor funcionamiento general, así como mejor respuesta al tratamiento y menores efectos secundarios”. Por ello, el doctor Crespo-Facorro destaca la importancia de tener en cuenta esa visión de sexo y género para “adaptar los tratamientos y las necesidades de intervención en base a estas diferencias”.
Entre los diagnósticos previos al de esquizofrenia, existen diferencias significativas entre ambos sexos. Así, en las mujeres, el 62% fueron diagnosticadas con trastornos afectivos frente al 39% de los hombres; el 12,46% con trastornos de la personalidad frente al 0,42% en varones, mientras que 10% fueron diagnosticadas con trastornos por uso de sustancias frente al 33% de los hombres. Los expertos también han destacado que las mujeres con esquizofrenia tienen un mayor riesgo de recaída y mayores tasas de hospitalización durante el embarazo y el puerperio temprano.
Psicogeriatría
Otro de los retos para el abordaje de la esquizofrenia es la aparición de sintomatología psicótica en la tercera edad, que siempre “debe llevar un buen diagnóstico diferencial, que contemple otras muchas patologías orgánicas, descompensaciones psicopatológicas o de enfermedades previas, y la posible interacción entre los tratamientos farmacológicos”, tal y como han destacado los profesionales que han acudido a esta edición de Meet the Expert.