El pasado miércoles se conocía la detención de un guardia civil -el segundo en la causa- en el marco del bautizado como caso Koldo. Según un nuevo atestado de la Unidad Central Operativa (UCO) aportado al sumario, al que ha tenido acceso Infobae España, el comandante Rubén Villalba, destinado hace escasos meses en un codiciado puesto en la embajada española en Venezuela, pudo informar a la trama de los avances en la investigación y cobró 2.000 euros en efectivo de forma regular por haber conseguido una “línea segura de comunicación” a Víctor de Aldama, uno de los cabecillas de la red corrupta.
En el sumario del caso que se instruye en la Audiencia Nacional hay constancia de varias conversaciones telefónicas intervenidas a varios miembros del entramado en las que se acreditan los chivatazos en los que presuntamente pudo participar el guardia civil arrestado. El conocimiento de la trama sobre las investigaciones de la UCO precipitó la explotación de la llamada operación Delorme, que se materializó el pasado 20 de febrero con la práctica de los registros y la detención de una veintena de implicados.
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En una conversación telefónica que data de apenas 17 días antes, Rogelio Pujalte, el dueño de un depósito judicial en Murcia implicado en la trama, advierte a Koldo de que no utilice la aplicación de mensajería instantánea Telegram, a lo que el exasesor de José Luis Ábalos contesta que nunca lo ha hecho y que lo sabe “todo”: “Que están, como están y cuándo están. Es por culpa del subnormal del perro”. Se refiere, según los investigadores, al presidente del Zamora CF, Víctor de Aldama.
“Yo cuando me dicen po de ti, pues po lo primero que hago es ponerme en contacto”, responde Pujalte. La UCO acababa de pedir al juez el acceso de las comunicaciones de varios investigados, entre ellos Koldo y su mujer Patricia, a través de aplicaciones de mensajería instantánea. Por lo tanto, los agentes concluyen que Rogelio Pujalte conoce en ese momento los avances en la investigación y “está avisando” a Koldo de los mismos.
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Así las cosas, la UCO decidió precipitar la explotación -como se denomina en el argot policial a la práctica de detenciones y registros tras una investigación- de la operación Delorme. En un reciente atestado aportado a la causa, los agentes señalan que “teniendo en cuenta el estado actual de la investigación en curso y las medidas de investigación que han sido puestas a lo largo de la misma, esta Unidad consideró que la única medida que completaría la investigación de los hechos es la entrada y registro de los domicilios” de los implicados, solicitada al juez en un oficio el pasado 16 de febrero.
Los pagos a ‘R’
El atestado de la UCO sobre la implicación del comandante Rubén Villalba revela las referencias a los pagos mensuales en efectivo a quien los implicados mentaban como ‘R’. “Lo de R 2 lo de todos los meses”, decía De Aldama, a quien “habría realizado gestiones en su beneficio en el ejercicio de su condición de guardia civil”, subrayan los investigadores.
Sobre la posible participación de Villalba en los chivatazos a la trama, la UCO destaca que la vinculación de la trama con el comandante “resulta de interés” porque “a priori Koldo García había sido alertado de la existencia de una investigación sobre su persona por fuentes provenientes del Cuerpo”.