El Banco de España corrige su previsión de PIB para 2024 y la eleva hasta el 1,9%, similar a la del Gobierno

La inflación se situaría este año en el 2,7%, seis décimas menos que lo estimado en diciembre, por los menores precios de la energía y la extensión de algunas medidas, aunque la sequía presiona el precio de los alimentos

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El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. (EFE/JJ Guillén).
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. (EFE/JJ Guillén).

La economía española cerró 2023 con un crecimiento del 2,5%, mejor de lo esperado por los centros de análisis, las instituciones independientes e incluso el propio Gobierno. Junto con la publicación del dato anual, el INE revisó al alza el crecimiento del segundo y del tercer trimestre, de manera que no se produjo la desaceleración prevista y la situación de partida de 2024 es más favorable. En este contexto, el Banco de España ha elevado tres décimas su proyección de crecimiento del PIB para el año en curso y la ha situado en el 1,9% en su informe macroeconómico publicado este martes. La cifra es solo una décima inferior a la que el Gobierno anticipó en el Plan Presupuestario de octubre, el 2%.

Pese a la corrección al alza, los cálculos del supervisor bancario español siguen arrojando un escenario más negativo que el de otras previsiones, con un avance del PIB del 0,4% en el primer trimestre de 2024 frente al 0,8% que estima la AIReF en su modelo de previsión en tiempo real o el 0,6% que anticipa BBVA Research. Parte de este mayor pesimismo se explica por los resultados de este lunes de la Encuesta sobre la Actividad Empresarial (EBAE), en la que las sociedades afirman que tendrán un descenso en la facturación en el primer trimestre del año y una evolución más negativa de la actividad inversora.

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Entre los factores que han contribuido a mejorar la previsión para 2024 respecto al informe de diciembre se encuentran una mejora de la evolución del empleo. Según Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística, la demanda de empleo es “relativamente robusta y mantiene el dinamismo” favorecida por la incorporación de extranjeros al mercado de trabajo español. También influye de manera positiva una bajada más pronunciada del precio de la energía y unas bajadas de los tipos de interés más cercanas como consecuencia del descenso de la inflación en la Unión Económica y Monetaria (UEM).

De hecho, el supervisor bancario español prevé que la inflación de España se situará en 2024 en el 2,7%, seis décimas menos que lo estimado en diciembre, pero hasta 2025 no bajará al entorno del 2% que busca el Banco Central Europeo. Este descenso más pronunciado de la inflación es consecuencia de los menores precios de la energía y de la extensión de algunas medidas, como la rebaja del IVA de los alimentos hasta junio y la gratuidad del transporte público para todo 2024. No obstante, han sorprendido al alza la inflación de los alimentos sin elaborar debido a la sequía y la inflación de los servicios, que se resiste a descender.

El consumo público se reducirá en 2024

En el lado contrario, han contribuido de manera negativa a la previsión de PIB de 2024 la ya mencionada percepción de la actividad empresarial, el consumo público y la debilidad de la inversión. En cuanto al consumo público, el mayor dinamismo del esperado durante 2023 (un crecimiento del 3,8% interanual, frente al 2% que esperaba el Banco de España) resta margen de expansión para 2024 si se quiere cumplir con las reglas fiscales, lo que repercute en un menor crecimiento del PIB. Respecto a la inversión privada, se encuentra todavía en niveles inferiores a los de antes de la pandemia.

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En términos anuales, lo que tirará del PIB en 2024 será sobre todo el consumo privado, seguido a distancia de la inversión empresarial y del consumo público, mientras que el sector exterior dejará de aportar por el agotamiento de la recuperación del turismo y la debilidad de las economías de la UE. Según ha explicado Gavilán, el consumo de los hogares estará apoyado en la buena marcha del mercado de trabajo y en la desaceleración de la inflación, que permitirá la recuperación de las rentas reales. También contribuirán la aceleración de la economía global, la ejecución de los fondos del Plan de Recuperación y el crecimiento poblacional.

Por último, el Banco de España señala como fuentes de riesgo a estas proyecciones una mayor escalada de los conflictos bélicos en la Franja de Gaza, el Mar Rojo y Ucrania y la reactivación de las reglas fiscales europeas, un factor no incluido en anteriores ejercicios. Esto se debe a que España podría tener que hacer un ajuste fiscal para cumplir con la senda de déficit y deuda exigida por Bruselas, lo cual reduciría el crecimiento del PIB.

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