Una española cuenta qué cosas tienen un precio asequible en España pero son demasiado caras en Estados Unidos

“Yo entiendo que aquí sea un poquito más caro porque la gente tiene más poder adquisitivo o lo que quieras, pero a ver, no soy tonta tampoco”, comenta la joven en un vídeo donde compara los precios entre países

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La estatua libertad y dólares
La estatua libertad y dólares en EEUU (ShutterStock).

Adaptarse a una nueva vida en el extranjero implica enfrentarse a una serie de retos y cambios que van más allá de lo meramente lingüístico o laboral. Por ejemplo, la diferencia en el coste de vida entre el país de origen y el nuevo país de residencia puede tener un impacto significativo en los hábitos diarios y en las decisiones más simples del día. Sheila (@sheihernandezalcala), una joven española que cuenta cómo es su vida en Estados Unidos a través de TikTok, ha explicado en uno de sus últimos vídeos cómo ha tenido que modificar ciertas rutinas para adaptarse a su nueva realidad.

100 dólares en un corte de pelo

Uno de los primeros aspectos que Sheila aborda es el de los cuidados personales, en particular, el servicio de peluquería. “He ido una vez a la peluquería desde que estoy aquí solamente a cortar, no a teñir ni nada. Me gasté 100 dólares”. La joven destaca la falta de opciones “normales”, en comparación con España, donde es posible encontrar establecimientos más variados y accesibles. “Aquí no hay peluquerías, rollo de barrio, normalitas. Todas las peluquerías son de pijos, en plan que si te tratan superbién el servicio es impecable, te dan tu café o tu copa de vino o lo que quieras y es una pasada. Una experiencia muy buena, pero se paga”, señala.

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“Luego el tema de las uñas, olvídate”, continua la joven. “Lo que me hago en España normalmente, que es simplemente el esmalte permanente, me cuesta allí 10 euros y aquí me cuesta mínimo 40 dólares”, explica con indignación. Le parece un precio exagerado: “Yo entiendo que aquí sea un poquito más caro porque la gente tiene más poder adquisitivo o lo que quieras, pero a ver, no soy tonta tampoco”.

En busca de alternativas de ocio

Las salidas nocturnas representan otro cambio significativo en la vida de Sheila. La costumbre española de “ir de copas” hasta altas horas de la madrugada es difícil de replicar en Estados Unidos por los precios. “El típico plan de que vas a cenar, te lías un poquito, te vas de copas, te lías más y acabas a las 06:00 cerrando la discoteca. Si haces ese plan aquí más de 100 dólares, seguro”, advierte. Como alternativa, Sheila y sus amigos han optado por actividades menos costosas, como encuentros en casas para jugar videojuegos, salir a bares que cuenten con pista de baile o simplemente evitar lugares que cobren entrada, aunque esto también implica adaptarse a horarios más restringidos, ya que “a las dos ya te cierra todo, bares, discotecas, todo”.

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Zara vs Guess

La moda y el consumo de ropa también han requerido un ajuste por parte de Sheila. La percepción de las marcas varía considerablemente de un país a otro. “Comprar en Zara. A ver, obviamente te lo puedes permitir, pero no es eso de que tienes todo tu armario de Zara porque es una marca más cara”, comenta. En España, marcas como Guess se consideran de una categoría superior, mientras que en Estados Unidos pueden ser vistas como más accesibles o de menor costo.

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