Los vecinos de Madrid que se han plantado ante inesperados aumentos en sus contratos de alquiler: “Son cláusulas abusivas”

Unos 1.000 vecinos de Vallecas han visto cómo sus alquileres se disparaban por una desconocida cláusula en sus contratos y ahora luchan por revertir los cambios. Acudirán a la Justicia para demostrar que tienen razón frente a la propiedad, la empresa Nestar Homes, propiedad de un fondo de inversión

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Una de las vecinas del vecindario vallecano mientras enseñaba su casa y los desperfectos. (Foto: Infobae)
Una de las vecinas del vecindario vallecano mientras enseñaba su casa y los desperfectos. (Foto: Infobae)

El vecindario no presenta su mejor cara. De los cuatro gigantescos bloques de viviendas de Villa de Vallecas, en la calle Martín Muñoz de las Posadas, dos están cubiertos por telas de obras, mientras que en el centro del patio común, una verja encierra la obra donde habrá en algún momento una piscina comunitaria. Nadie se atreve a ponerle fecha, porque las obras no avanzan, mientras que debajo hay un garaje que se inunda cada vez que llueve. La imagen del bloque transita entre la promesa que ofrecía el boom inmobiliario de comienzos de siglo y lo que ha resultado ser.

Al estado de las zonas comunes y el primer vistazo de los bloques, se suman infinidad de problemas estructurales que afectan a muchos de los vecinos: “Hay portales enteros sin agua todo el fin de semana, y hay a quienes les sale o agua caliente o agua fría. La estructura es ruinosa, dos bombas de agua están rotas”, explica uno de los residentes. Incluso hay quienes sufren apagones diarios: “Baja agua negra continuamente por el techo y la puerta de casa no cierra, la luz se me va cinco veces al día porque saltan los plomos”, relata otra vecina a Infobae, que hasta que se ha plantado por considerar indignas sus condiciones, pagaba 950 euros mensuales de alquiler.

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Desde hace unas semanas, los vecinos de estos bloques se han plantado frente a la propiedad, por varios motivos. Uno de ellos, el mal estado de las zonas comunes y el aparente desinterés de Nestar Homes, empresa propiedad de Azora, uno de los fondos de inversión con más presencia en España. El segundo, cláusulas en sus contratos que se activaban después de tres años y que provocan contundentes subidas en sus alquileres.

Los afectados denuncian que a partir del tercer año de alquiler, según sus contratos, serán ellos quienes asuman gastos como el IBI, la comunidad, el impuesto de basuras o incluso seguros de impago. En total, miles de euros en total que disparan sus alquileres, ya de por sí altos porque la Comunidad de Madrid no aplicará el índice de precios de referencia de la ley de vivienda que permite limitar el precio de los alquileres.

Estado del portal de los vecinos de Vallecas con las continuas pérdidas de agua de las tuberías. (Foto: Infobae)
Estado del portal de los vecinos de Vallecas con las continuas pérdidas de agua de las tuberías. (Foto: Infobae)

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El Sindicato de Inquilinos es la organización bajo la que pelean estos vecinos, y ponen el foco en varios puntos, entre ellos la falta de regulación: “Podríamos decir que un problema es que hay partes de la ley de vivienda que no se regulan en Madrid es un motivo más para ello, pero sabemos que la estrategia de estos fondos es que las familias se marchen ante las subidas y así realquilarlos con los precios más altos. Si la ley entrara en vigor no sería posible esta subida de alquileres”, explican.

Vivienda protegida convertida en negocio

Sin embargo, el problema es estructural y tiene más profundidad: “Esto viene de que llevamos décadas de un proyecto que pone la vivienda como mercancía y no como derecho. Este bloque muestra esa trayectoria: primero fueron viviendas públicas que se vendieron por precios irrisorios a fondos buitre cuyo único propósito era hacer negocio”, arguyen.

Las condiciones cambian drásticamente según la vivienda. Mientras algunos vecinos tienen como único problema las cláusulas abusivas de sus contratos de alquiler, a otros se les suman los desperfectos de las zonas comunes, mientras que otros habitan viviendas impregnadas de humedades, roturas y desconchones.

Vivienda de Vallecas

El caso de Eli y Joao es el más radical y precario. Sus pisos están inundados de porquería que cae desde las tuberías. Sus cocinas tienen los suelos impregnados de aguas negras y sucias, el parquet de sus hogares ya está combado por la continua humedad. Desde hace un año, se niegan a pagar el alquiler si la propiedad no pone solución y la respuesta de la empresa ha sido amenazar con desahuciarlos.

“Yo no puedo vivir aquí con mis hijos, no son condiciones”, relata Joao desde la puerta de su casa. El alquiler era de más de 800 euros a pesar del estado del piso, del que no conocía todos sus desperfectos. “Cuando entré, pintaron y parecía que no pasaba nada, pero a los pocos meses empezaron los problemas”, explica Eli, que a pesar de las peticiones a los propietarios, no ha recibido ningún tipo de solución.

Los vecinos en lucha dicen que el desinterés de la propiedad es tan grande que ni siquiera han contactado aún con quienes se han negado a pagar los nuevos alquileres. Su historia sirve como muestra de la cantidad de regates y resquicios que hay en los contratos de alquiler en España. No piensan rendirse y están dispuestos a acudir a la Justicia para demostrar que esas cláusulas, o al menos la mayoría de ellas, son ilegales.

Protesta vecinal frente a sus propios hogares, donde ahora les han subido el alquiler con cláusulas abusivas. (Foto: Infobae)
Protesta vecinal frente a sus propios hogares, donde ahora les han subido el alquiler con cláusulas abusivas. (Foto: Infobae)
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