No se conocen personalmente, pero José Enrique Badajoz y Vera de Benito, comparten, como otros cientos de vidas anónimas, la huella del 11 de marzo de 2004 en sus vidas. El único hermano del primero, Miguel Ángel, murió con una de las primeras bombas en los trenes de Cercanías.
El “papá” ―así se referirá a él durante la entrevista― de la segunda lo hizo en la estación de Santa Eugenia cuando ella apenas tenía 9 años, y este año no podrá llevarla al altar. En este 20 aniversario del 11-M, ambos comparten su testimonio y reflexionan sobre los atentados con Infobae España.
Pregunta: ¿Cuál es vuestra historia con el 11-M?
Respuesta de José Enrique: Mi hermano pequeño, mi único hermano, murió ese día y yo no estaba en Madrid. A pesar de que debió ser de los primeros en morir, nosotros no lo supimos hasta las diez de la noche. Mi padre había fallecido muy poco tiempo antes y yo estaba a cargo de mi madre. Para ella fue el drama de perder un hijo. En aquel momento, yo tenía una empresa de telecomunicaciones. Había sido músico profesional antes, pero lo había dejado. A raíz de los atentados, me arruiné y me divorcié. Todo empezó a ir mal. Estuve con medicación, tratamiento psiquiátrico y tuve que cerrar mi empresa. He ido remontando poco a poco hasta que hace unos años decidí dejar las telecomunicaciones y volver a la música. Mi madre murió también hace unos años, así que... pues más solo que nunca. Pero bueno, estoy en un buen momento.
Respuesta de Vera: Mi padre fue asesinado en los atentados del 11 de marzo cuando yo tenía 9 años. Vivíamos enfrente de la estación de Santa Eugenia. Mi habitación daba justo a las vías del tren. Yo ni siquiera me había levantado porque empezaba el cole más tarde. Pero sí escuché a mi madre gritar mientras hablaba por teléfono y me levanté, miré por la ventana y vi la columna de humo. Mi familia estuvo buscando a papá por los hospitales rezando porque estuviera herido y no en las listas negras de Ifema. Nos confirmaron que estaba allí al día siguiente.
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Pregunta: Pertenecéis a distintas generaciones y vivisteis los atentados en momentos vitales muy dispares. ¿Cómo ha evolucionado vuestro recuerdo del 11 de marzo en estos 20 años?
Respuesta José Enrique: He intentado mantener el recuerdo bastante fresco y vivo, aunque por efectos de la medicación tengo lagunas. A partir de morir mi hermano, mi madre ha sido el centro de mi vida y ella lo tenía perfectamente grabado y se encargaba todos los días de recordármelo. Yo he vivido en el atentado a diario hasta hace cuatro años. Lo que ella nunca supo es que a mi hermano tardaron mucho en identificarlo porque, y esto no lo he contado nunca, estaba deshecho. A mi madre le dijimos que solo tenía una pequeña marca. He tenido que vivir todos estos años mintiendo a mi madre. La hubiera hundido por completo. Y yo no me lo hubiera perdonado nunca, no podría haber vivido con ello.
Respuesta Vera: En mi vida diaria yo de quién me acuerdo es de mi padre, no del atentado en sí. En estos 20 años he aprendido mucho, tanto personal como profesionalmente -es periodista especializada en terrorismo-, y creo que él ha estado ahí acompañándome. Para mí todos los días son aniversarios, no es que de repente un día 11 diga “ay, pues me acuerdo más o sufro más”. Yo he estado teniendo pesadillas hasta hace nada. Ahora han vuelto con el libro. Para mí el aniversario es un día más.
José Enrique: El aniversario para los demás.
Vera: Exacto.
Pregunta: Los atentados del 11-M tienen un innegable trasfondo político por las elecciones del día 14 y la gestión de la información por parte del Gobierno de José María Aznar, que se ha criticado con dureza.
Respuesta José Enrique: Para empezar, yo creo que no deberían haberse celebrado esas elecciones. Tal vez hubiera sido darles una victoria a los autores, pero esas elecciones ya vinieron torcidas. Yo no quiero presuponer mala fe al PP, supongo que le transmitieron que detrás estaba ETA. Pero a partir del lunes todo lo que pasó era responsabilidad del partido que había en el Gobierno y era el PSOE. Todo lo que nos han contado es tan mentira... Lo que pasó lo saben cuatro y de momento no lo van a contar.
Respuesta Vera: Yo pienso un poco diferente, la verdad. Evidentemente, era casi obligatorio pensar en un primer momento que había sido ETA. Yo he podido hablar con los policías y si a ti un comisario te dice que la línea principal es la que va por la radicalización yihadista, tú no puedes asegurar que ha sido ETA. Entiendo que se celebraran las elecciones. El objetivo del terrorismo yihadista es desestabilizar Occidente, no podemos parar de hacer nuestra vida”.
Pregunta: El presidente del tribunal del juicio del 11-M, Javier Gómez Bermúdez, ha señalado en varias entrevistas que la sentencia no dejó ningún cabo suelto.
Respuesta José Enrique: En absoluto. Para empezar, yo es que creo que el islamismo aquí tiene que ver lo justo. Aquí ha habido unos intereses que trascienden con mucho al terrorismo islámico. Para mí. ¿Cuánta gente hay capaz de montar un tinglado según esta persona de la que me hablo? En la propia sentencia se dice que no está claro quién es el autor intelectual ni el autor económico. Mientras no se sepa eso, todo lo que se hable es el vacío.
Respuesta Vera: Evidentemente, siete personas no pueden montar un atentado de estas características. Pero es que estaban bajo la protección y el apoyo de Al Qaeda, que tiene brazos por todas partes. Supone cierto alivio que haya personas en la cárcel y que otros tantos se hayan suicidado. Pero creo que la única forma de reparación sería que José Enrique tuviera su hermano y que yo tuviera a mi papá. Eso una sentencia no te lo da.
Pregunta: Hemos visto a otras víctimas del terrorismo aceptar el perdón de los verdugos.
Respuesta José: ¿Qué coño tengo que perdonar yo a nadie? El perdón no se concede, el perdón se pide, y a mí nadie me ha pedido perdón por matar a mi hermano.
Respuesta Vera: Yo el día 11 de marzo estaba preparada para ir al cole, no para enfrentarme ni para perdonar a una panda de yihadistas. No necesito el perdón de nadie. Para mí, perdonar implica olvidar.