Estas son las 7 especialidades enfermeras que existen en España

Los enfermeros y enfermeras exigen la reclasificación profesional del colectivo del grupo funcionarial A2, en el que se encuentra ahora y que tiene un salario base inferior que el A1, en el que quieren entrar. SATSE, el sindicato mayoritario de enfermería, ha trasladado una moción a todos los partidos con representación en los diferentes parlamentos autonómicos para que se inste al Gobierno a “acabar con la discriminación que sufren las enfermeras y fisioterapeutas dentro del Grupo A de la Administración Pública”. Esta lucha se suma a la que mantienen para lograr el desarrollo pleno de todas las especialidades, que es desde hace años una de las principales demandas de la profesión.

La obtención del título de enfermera especialista está actualmente regulado por el Real Decreto 183/2008, por el que se determinan y clasifican las especialidades en Ciencias de la Salud y se desarrollan determinados aspectos del sistema de formación sanitaria especializada, y el Real Decreto 450/2005, sobre Especialidades de Enfermería. Sin embargo, la regulación legal y el consiguiente desarrollo de las especialidades de Enfermería son una aspiración de la profesión enfermera y una reivindicación histórica que SATSE siempre ha liderado. Desde el sindicato denuncian que “las administraciones públicas no han mostrado una verdadera voluntad de desarrollarlas”, ya que solo la especialidad de Enfermería Obstétrico-Ginecológica (matrona) está implantada en el conjunto del Estado.

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Las especialidades enfermeras son siete: Obstétrico-ginecológica, Salud Mental, Trabajo, Geriátrica, Pediátrica, Familiar y Comunitaria, y Médico-quirúrgica.

Los grupos funcionariales de profesionales varían según las funciones y los estudios necesarios para acceder al puesto de trabajo. Para el subgrupo A1, se exige tener una titulación universitaria (Licenciatura, Ingeniería, Arquitectura o equivalente). El subgrupo A2 exige, en cambio, una diplomatura (Diplomatura, Ingeniería técnica, Arquitectura técnica o equivalente).

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Antes, las enfermeras se formaban de forma diferente: la titulación requerida previamente era una Diplomatura, por lo que se les clasificó como A2. Otras profesiones sanitarias (farmacéuticos, médicos, psicólogos...) se reconocieron como A1. Actualmente, la carrera de Enfermería es, desde 2008, un Grado Universitario de cuatro años, un tiempo en el que cursan 240 créditos de formación, lo mismo que otras carreras universitarias. Sin embargo, el cambio de categoría profesional no se ha dado todavía y las enfermeras, cuando consiguen una plaza en la Administración Pública, acceden al subgrupo A2 en lugar de al A1.

La justificación que reciben los profesionales y sindicatos de Enfermería se escuda en la diferencia de responsabilidad y funciones a desempeñar por los trabajadores. Es algo que acaba perjudicando a las enfermeras en aspectos como el acceso a puestos directivos, grupos de investigación o convocatorias de acceso a puestos públicos. “La realidad es que tradicionalmente los puestos de alto nivel están reservados o adjudicados a antiguos “licenciados”, lo que, en la práctica, impide el acceso al resto de graduados universitarios que históricamente habían sido diplomados”, denuncian desde SATSE.