Pedro Sánchez ya ha vuelto a España tras su gira por Brasil y Chile con los ‘deberes’ de la amnistía hechos. En un acto de homenaje del PSOE al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente del Gobierno ha calificado el poder de la ley de amnistía como herramienta para “olvidar el trauma” que sufrió el conjunto del país en el año 2017 con el referéndum independentista.
A la vez, ha defendido, esta norma hará “más fuerte” a la democracia y a España para avanzar en “el camino de la reconciliación” y “canalizar todas las energías hacia las cosas que realmente importan”, como el cambio climático, acceso a la vivienda o desigualdad entre hombres y mujeres.
Sánchez cree que esta medida, cuyo acuerdo llego in extremis un día antes de la fecha fijada en para su debate en la Comisión de Justicia (de ahí ha salido el dictamen necesario para su aprobación en el pleno) y en medio de las turbulencias que atraviesa el Gobierno con el conocido como caso Koldo, servirá para “avanzar en la concordia y la convivencia” y ha pedido confianza en el Gobierno a los que tienen dudas, como ya sucedió con los indultos a los políticos catalanes que fueron juzgados por el procés independentista.
Según ha explicado, “la tarea de un gobernante no es mirar para otro lado”, sino “afrontar los desafíos y hacerlos desde el ejemplo, la coherencia y con una actitud de generosidad y de reconciliación”.
Por eso, ha pedido a los españoles que “tienen dudas” y que también las tuvieron sobre los indultos y ya han visto los “beneficios”, que confíen en esta medida.
“Con los indultos y la amnistía estamos haciendo una democracia más fuerte. Eso es lo que les pido: avanzar en el camino de la reconciliación, convivencia y concordia”, ha añadido.
Ha echado en cara al PP su oposición “destructiva” al contrario de la que hizo, en su opinión, el PSOE durante el 1-O, cuando practicó una oposición de Estado y ha afirmado que, frente a las acusaciones de corrupción por el caso Koldo, quiere remitirse a sus palabras del 2018, cuando el PSOE accedió al poder gracias a una moción de censura contra la corrupción: “No hay corrupción buena y mala. Hay partidos políticos que institucionalizan esa corrupción y hay otros, como el PSOE, que la cortan de raíz”.
Por último, ha apuntado que su compromiso “pendiente” es el de la abolición de la prostitución y ha anunciado que dentro de poco -sin concretar fecha- el PSOE presentará una proposición de ley para hacerlo realidad.