La DGT adquiere por fin 3.595 chalecos con airbag para prevenir las lesiones de sus motoristas

Tráfico acaba de adjudicar un contrato por 2,5 millones para comprar estas prendas y proteger mejor a sus agentes en caso de accidente. Serán de activación autónoma sin necesidad de cableado

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Agentes de la Agrupación de
Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (Eduardo Parra / Europa Press)

En noviembre de 2021, la DGT animaba a los motoristas españoles a comprar chalecos con airbag, tenían que ser el regalo estrella de esas navidades. La Guardia Civil vendía las bondades de un dispositivo de seguridad que reduce tanto las posibilidades de fallecer en caso de un accidente con la moto, como la gravedad de las lesiones que se puedan producir en la zona del tórax. Un año antes, en 2020, 345 motoristas habían fallecido en accidente de tráfico. El problema es que los más de 8.000 agentes destinados en la Agrupación de Tráfico no contaban con estos chalecos. “Consejos vendo que para mí no tengo”, criticaban entonces las asociaciones de guardias.

La DGT captó el mensaje y en julio de 2022 anunció el inicio de expediente de contratación para la adquisición de chalecos airbag de activación electrónica. Un año y medio después, el 14 de febrero de este año, el contrato por fin se ha adjudicado a la empresa Fábrica Española de Confecciones SA por 2,5 millones de euros tras un largo proceso administrativo que conllevó recursos por parte de otras firmas que se presentaron a la licitación y que consiguieron incluso suspender el procedimiento.

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La DGT ha comprado finalmente 3.595 chalecos, pagado de media 575 euros (sin IVA) por unidad. Cuentan con accionamiento electrónico en la parte delantera, que el agente puede encender apretando un botón. El Ministerio del Interior califica la compra de estos dispositivos como “esencial” porque “las estadísticas de accidentes de tráfico, así como de fallecidos, de los agentes que integran la Agrupación de Tráfico, demuestran que aún queda mucho trabajo por delante, una tarea que no se dará por concluida mientras se produzca un solo fallecido en carretera”, reza la memoria del contrato.

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“No se puede obviar que mientras que, en el coche, la carrocería amortigua los daños a los pasajeros y conductor en caso de accidente, en las motocicletas es el cuerpo del piloto el que se lleva el impacto, por lo que la implementación de un airbag para motoristas, se convierte en un elemento de seguridad indispensable para los agentes de la Agrupación de Tráfico”, afirma la Guardia Civil, que ofrece datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial para argumentar la decisión de esta compra: “el porcentaje de lesiones de columna, en accidentes de motocicleta, fue menor en aquellos que usaron chaqueta con airbag (14%) frente a los que solo llevaban ropa protectora normal (27%)”. Los que no llevan este tipo de protección tienen tres veces más posibilidades de sufrir lesiones medulares graves.

Modelo de chaleco con airbag
Modelo de chaleco con airbag probado en los sistemas de prueba de la DGT

La DGT elaboró una consulta preliminar de mercado en febrero de 2021, que ha permitido realizar pruebas de los distintos sistemas airbag, unos ensayos llevados a cabo principalmente en distintas unidades operativas de la Agrupación de Tráfico.

La valoración fue positiva y, por consiguiente, Tráfico decidió poner en marcha el contrato de adquisición de estas prendas, las cuales mantienen la estética, los colores y las bandas reflectantes de los uniformes reglamentarios de la DGT. Las pruebas realizadas también permitieron determinar dos características consideradas fundamentales en los chalecos: debían contar con un sistema de activación autónoma sin necesidad de cableado, y en segundo lugar, que el conjunto del chaleco airbag tenga un peso contenido, es decir, que “no suponga una carga demasiada pesada para el motorista durante la prestación del servicio que le obligue a prescindir de esta medida de seguridad”.

Con botella de gas exterior

El pliego de condiciones técnicas estipulaba que los chalecos deberán de tener una botella de gas exterior para que funcionen y sistema de cierre por cremallera. Deberán también garantizar la libertad de movimiento para que los agentes puedan patrullar cómodamente, especialmente en cuello y axilas, permitiendo “portar el arma reglamentaria, encararla y hacer fuego con ambas manos en las distintas posiciones de tiro”. También deberán ser de accionamiento electrónico y automático, con bolsa de transporte y manual de instrucciones para los agentes. Estarán disponibles en tallas XXS, XS, S, M, L, XL y XXL tanto para hombre como para mujer.

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