Bibiana Aído fue nuestra primera ministra de Igualdad. También, la más joven en hacerse cargo de una cartera del Gobierno, con 31 años. Fue en 2008. Igualdad fue una apuesta personal de José Luis Rodríguez Zapatero, una apuesta que hoy pervive aunque no ha tenido continuidad, desapareciendo durante el mandato de Mariano Rajoy. A decir verdad, el propio Rodríguez Zapatero, en una reforma de su ejecutivo, lo acabó fundiendo en 2010 en un Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, con Leire Pajín al frente. Lo que no muchos saben es qué fue de Aído una vez abandonó la función pública en España, y es pertinente la palabra España porque su tarea ha transcurrido a miles de kilómetros de aquí, en Estados Unidos y América Latina.
Aído (Alcalá de los Gazules, Cádiz, 1977) fundó las Juventudes Socialistas en su pueblo con apenas 15 años. “Me corría la política por las venas desde chica”, confesó en una reciente entrevista a la cadena de televisión NTN24. Sin duda la llevaba, hija de Francisco Aído, primer alcalde democrático de la localidad de Alcalá y cargo en la Junta de Andalucía. Es licenciada en Administración y Dirección de Empresas y doctora en Innovación y Desarrollo de la empresa por la Universidad de Cádiz. Pero su vocación no había dejado de estar en otro lugar: “Siempre he pensado que hay que ser parte de la solución, y la política me ha apasionado”. Entretanto, comenzó en la banca, en Unicaja y después en Caja San Fernando, hasta 2002, cuando pasó al ámbito institucional en el Observatorio de Emprendedores de la Universidad de Cádiz, como delegada de la Consejería de Cultura de la Junta en Cádiz y por último, como directora de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco.
En 2008, sorpresa: Rodríguez Zapatero crea un ministerio y pone al frente a una joven y desconocida Aído, que se las tiene que ver con un rechazo feroz de la oposición, que cuestiona desde su capacidad hasta la propia necesidad de la cartera. Ya desde entonces se puso el foco en anécdotas que opacaban la lucha real, como cuando pronunció “miembra”, indignando a los rivales, los esperados y los inesperados. La palabra llegó a ser retirada del diario de sesiones del Congreso de los Diputados y ella, insultada por académicos de la RAE, a lo que la ministra respondió: “Quizás haya una cuestión de género de fondo y haya que tener en cuenta que de los 43 miembros de la Academia, solamente hay tres mujeres”.
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Su legado
Cuenta esos días de aterrizaje en una entrevista en Público en 2023: “Recuerdo un equipo joven y con y ganas de cambiar las cosas, pero siempre remando contra la marea. Había una voluntad política decidida por parte del presidente Zapatero, pero tuvimos que enfrentar muchas resistencias. Recuerdo esas primeras semanas trabajando en el edificio de la calle Alcalá sin muebles, sin tecnología, rodeados de cajas, definiendo la hoja de ruta que íbamos a seguir y recibiendo una enorme presión para dar respuesta a las problemáticas en los primeros 100 días. Los ataques eran virulentos. Éramos objetivo solo por existir. La mera creación del ministerio irritó mucho al patriarcado y a todos sus portavoces”.
Entre el ruido, lideró el alumbramiento de la Ley Orgánica contra la Violencia de Género, la Ley para la Igualdad Efectiva entre mujeres y hombres, la Ley de Salud Sexual y Reproductiva o el Plan Nacional contra la trata de personas con fines de explotación sexual, entre otras iniciativas. O fue el rostro, también la diana, de una ley de plazos del aborto que estalló al PP 13 años después, hace apenas unos meses, en 2023, cuando el Tribunal Constitucional lo avaló.
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ONU Mujeres
Como se ha mencionado anteriormente, y en una reestructuración de su gobierno, el presidente dejó Igualdad en una secretaría de Estado, con Aído al frente, pero ya dentro de Sanidad, hasta julio de 2011. En septiembre de ese año ya tenía nuevo destino: se incorporó a ONU Mujeres, con sede en Nueva York, como asesora especial para la directora ejecutiva de la organización, la expresidenta de Chile Michelle Bachelet. En 2013 y hasta 2017, ejerció como asesora de Programas para las Américas y el Caribe. En 2018 fue nombrada representante de ONU Mujeres en Ecuador, “desde donde lideró y promovió iniciativas en el ámbito normativo y programático para mejorar la vida de las mujeres en el país”. En la actualidad, desde 2021, tiene este mismo cargo y misión pero en Colombia.
En 2010, a propuesta de Rodríguez Zapatero, le fue concedida la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III. En 2011 fue distinguida con el doctorado honoris causa en Derechos Civiles por la Universidad de Northumbria, en Newcastle y en 2015 reconocida como Egresada de Honor por la Universidad de Cádiz, donde estudió.