El avance de la extrema derecha en Europa hace peligrar la igualdad de género, según Oxfam

La Unión Europea es la región con mayores avances en materia de igualdad de género. La representación de mujeres en puestos de poder mejora con los años, la tasa de feminicidios es la menor del mundo (0,5 por cada 100.000 habitantes) y la protección a las mujeres y colectivos LGTBI crecen poco a poco. Con ello, la organización Oxfam Intermón pide mantenerse alerta. Su último informe, ¿Una Europa feminista?, critica el precario estado de las políticas de igualdad de género adoptadas recientemente dentro de la UE y advierte de la amenaza que presenta la extrema derecha en su desarrollo.

“Algunas políticas clave de Europa no tienen en cuenta las políticas de género: esto significa que ignoran las normas y roles de género y pueden reforzar la discriminación y los estereotipos basados en el género”, resalta Evelien van Roemburg, directora de la oficina de Oxfam en la UE, en un comunicado. Para Van Roemburg, el avance de la extrema derecha en Europa, que podría obtener más escaños en el Parlamento Europeo en las próximas elecciones de junio, “es una señal de alerta para la justicia de género”. “No podemos dejar que se desvanezcan los logros alcanzados con tanto esfuerzo en materia de igualdad de género”, insiste.

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Oxfam ha realizado un análisis sobre los patrones de votación de los partidos europeos en el Parlamento. Los resultados confirman “que los partidos de extrema derecha son los que, en general, votaron consistentemente en contra de las medidas de igualdad de género”. Así, el grupo de Conservadores y Reformistas Europeos se opuso firmemente a la Convención de Estambul sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres, que entró en vigor en octubre de 2023. Por su lado, Identidad y Democracia votó contra una resolución de la UE que la declaraba como región libre para el colectivo LGTBI. También se opuso a la Directiva de Transparencia Retributiva, en pos de eliminar la brecha salarial, o de resoluciones sobre la salud reproductiva de las mujeres.

En este avance por la igualdad de género, algunos Estados miembro se han implicado especialmente en ralentizar el progreso, critica Oxfam. Esto se ha visto escenificado en el Consejo de la Unión Europea o Consejo de Ministros, cuyos miembros han obstaculizado algunas de las reformas legislativas en materia de equidad.

La organización destaca la reciente directiva aprobada contra la violencia de género, la primera en aprobarse a nivel europeo. La oposición de algunos Estados miembro en el Consejo de la UE evitó que se llegase a un acuerdo en la criminalización de la violación basada en el consentimiento, “tristemente una oportunidad perdida” para la legislación europea, según Oxfam. Países como Alemania, Francia o Hungría se opusieron a ello al considerar que no había base legal para incluirlo. Critican además que el Consejo no hay actuado todavía sobre la resolución del Parlamento Europeo para incluir el derecho al aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.

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Oxfam Intermón también ha expresado su preocupación por el hecho de que, si bien la Comisión Europea adoptó su primera “Estrategia de Igualdad LGBTIQ 2020-2025″, algunos Estados miembros de la UE, como Hungría y Polonia, no han reconocido ni protegido los derechos de las personas LGBTQIA+.

En el lado contrario, destaca a España como uno de los países con “mayores avances sociales y políticos” en cuanto a lucha contra la violencia machista, defensa de los derechos sexuales y reproductivos. Oxfam señala además la conquista de nuevos derechos para las personas LGTBI y las trabajadoras del hogar y cuidados. Resalta especialmente la Ley de Cuidados, recogida en el acuerdo del actual Gobierno.

El informe de Oxfam Intermón también muestra que la UE no ha cumplido sus compromisos de financiación. Sólo el 49 % de la ayuda europea se dirige a abordar la desigualdad de género en todo el mundo, por debajo del compromiso del 85 % que establece el III Plan de Acción de Género 2020. “Cabría esperar que una verdadera Europa feminista no fuera tan tacaña con las organizaciones globales de derechos de las mujeres”, expresa Evelien van Roemburg., dice Evelien van Roemburg. En el interior de la UE los presupuestos también se quedan cortos y destacan que la nueva Política Agraria Común (PAC) o el Pacto Verde Europeo carecen de estrategias dedicadas a la igualdad de género, aunque lo mencionen entre los problemas a tratar.

Los cálculos de Oxfam aseguran que se deberían invertir un mínimo de 250 millones de euros anuales (50 céntimos por ciudadano) en organizaciones feministas en el mundo, así como proporcionar fondos a los Estados miembros para prevenir y combatir la violencia de género. Además, pide que los presupuestos tengan una perspectiva de género, que lleve a alternativas económicas feministas como impuestos progresivos y sostenibles a las grandes fortunas, alejarse de políticas de austeridad “que dañan principalmente a las mujeres, niñas y grupos marginados”, invertir en bienes, servicios e infraestructuras públicas y apoyar y crear fondos para la igualdad de género.