Kate Middleton por fin ha aparecido públicamente. No lo ha hecho en ningún acto público, ni nada similar, sino que ha sido fotografiada por los paparazzi mientras viajaba como copiloto en un vehículo conducido por su madre, Carole. La imagen ha sido difundida por el medio TMZ, que añade que la instantánea fue tomada este lunes, 4 de marzo, a las nueve de la mañana en los alrededores del castillo de Windsor, en cuyos terrenos está Adelaide Cottage, donde vive junto al príncipe Guillermo y sus tres hijos, George, Charlotte y Louis.
Según se puede ver, la princesa de Gales llevaba un abrigo de color negro y unas gafas de sol, por lo que se entiende su intención era pasar desapercibida. Además, debido a este complemento no se puede apreciar bien la expresión de su rostro, así que es imposible adivinar cómo podría encontrarse.
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Sin embargo, en términos generales parecía estar con buen aspecto, lo que es un claro síntoma de que su evolución está siendo positiva y que se encuentra “bien”, tal y como afirmó su entorno hace unos días.
Y aunque han sido muchos los que se han alegrado de volver a ver a Kate Middleton, en los medios británicos ha surgido la pregunta de por qué se ha dejado ver justo ahora. La respuesta quizás nunca llegue, pero sin duda se trata del momento perfecto, ya que en estos últimos días se ha cuestionado la estabilidad de la corona, que está bajo mínimos, tras las bajas de Carlos y Kate y las vacaciones de la reina Camilla.
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Cabe recordar que, tras anunciar que había sido intervenida de una cirugía abdominal de la que no se han dado más detalles, la casa real anunció que era “improbable que volviera a sus obligaciones públicas hasta después de Pascua”, es decir, hasta el mes de abril. Pese a ello, la institución volvió a mandar un comunicado para desmentir que su estado hubiera empeorado.
La ausencia de Kate no es la única que preocupa a los ciudadanos británicos. La baja del rey Carlos, que está fuera del foco mientras recibe tratamiento del cáncer que padece, también se ha convertido en un tema de conversación recurrente que está generando cierta inestabilidad, pues nadie se esperaba que pocos meses después de su ascenso al trono se le diagnosticara una enfermedad tan grave.
Mientras tanto, el peso de la corona está recayendo en la reina Camilla y el príncipe Guillermo. En compensación, familiares más directos del rey Carlos están asumiendo obligaciones adicionales a su puesto que se están convirtiendo en una carga extra, pues en este tiempo ambos han necesitado parar durante unos días para retomar fuerzas y volver con energías renovadas. El primero en hacerlo fue Guillermo después de que se pudiera ver más delgado, con ojeras y el rostro demacrado. Ahora el turno es de Camilla, que siguiendo los consejos de su marido ha cesado en sus deberes hasta el próximo 11 de marzo.