En una reciente intervención en el programa Tiempo de Juego de la cadena Cope, Mateu Lahoz, distinguido exárbitro internacional de Primera División, vertió una crítica hacia el Comité Técnico de Árbitros (CTA), en relación al controvertido suceso durante la jornada 27 celebrada en el estadio de Mestalla. En el foco de la polémica se encuentra la decisión de Jesús Gil Manzano, el árbitro encargado de dirigir el encuentro, quien dio por finalizado el partido en un momento crucial, impidiendo así lo que podría haber sido el gol de la victoria del Real Madrid frente al Valencia, obra de Bellingham.
Esta acción no solo generó consternación por su impacto inmediato en el resultado del partido sino que ha levantado un aluvión de preguntas sobre las prácticas y las presiones que influyen en el arbitraje actualmente. Mateu Lahoz, con la autoridad que le confiere una extensa carrera en el más alto nivel del arbitraje, expresó su preocupación por lo que considera una tendencia perjudicial dentro del colectivo arbitral: la predilección por adherirse a directrices marcadas, posiblemente con la mira puesta en las reuniones del CTA, en detrimento de la esencia y la imparcialidad que deberían caracterizar al fútbol.
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“Los árbitros arbitran más de cara al viernes (día de la reunión del CTA) que de cara al fútbol”, lamentó Lahoz. Esta declaración incide en lo que parece ser un problema estructural, que afecta no solo a decisiones puntuales, sino a la concepción misma del arbitraje. El exárbitro enfatizó que este enfoque podría derivar en “errores sistemáticos”, como el observado en el partido entre Valencia y Real Madrid, al calificar la pronta finalización del encuentro por parte de Gil Manzano como un acto de “desconocimiento del juego”.
La gestión del tiempo de juego fue otro de los aspectos criticados por Lahoz, quien describió el “timing” en la primera mitad del partido como “horroroso”. Según su punto de vista, estas deficiencias no solo demuestran fallos en la ejecución de las reglas sino que sugieren un problema de fondo relacionado con las motivaciones y las presiones que actualmente pesan sobre los colegiados.
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El enfado en el Real Madrid por lo ocurrido
Este episodio no ha pasado inadvertido en el banquillo afectado, el del Real Madrid. Así, Carlo Ancelotti, entrenador del club blanco, expresó su desconcierto frente a la decisión tomada por Gil Manzano, argumentando que el juego debería haberse detenido solo cuando el Valencia hubiese recuperado la posesión del balón. Además, el entrenador mostró su descontento por la tarjeta roja mostrada a Bellingham, destacando que el jugador solo expresó su frustración de manera contundente, sin incurrir en conductas irrespetuosas.
La situación no quedó ahí y provocó que el Real Madrid se pusiera en contacto con el Comité Técnico de Árbitros (CTA), dado que consideran que la decisión de Gil Manzano condicionó el resultado final del encuentro, que acabó con un 2-2 en el marcador. Desde el club blanco consideran que el error fue grave y claro, además, han anunciado que recurrirán la tarjeta roja de Bellingham.