El Gobierno anuncia cambios entre los bomberos forestales para adaptarse al aumento de incendios y cambia su jubilación

Los incendios no entienden de fronteras autonómicas. El aumento de desastres climáticos relacionados con el fuego es una constante en España, de forma que el Gobierno ha aprobado este martes en el Consejo de Ministros dos proyectos ley para establecer un marco jurídico para bomberos forestales y agentes forestales y medioambientales de cara a la nueva etapa que se abre de lucha contra el cambio climático.

Las leyes, ejecutadas por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) de la vicepresidenta Teresa Ribera, ya estaban redactadas y dispuestas para su aprobación en el Congreso de los Diputados desde 2023, pero el adelanto electoral tumbó todo el proceso legislativo que ahora se recupera. El texto que se presenta es, explican desde el MITECO, el mismo de entonces.

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“Sirve para disponer de pautas básicas comunes con respecto a criterios laborales y condiciones en las que prevenir riesgos y contar con un régimen básico común. Es imprescindible estar preparados para incendios y con capacidad de reacción, ya no es algo que ocurra solo en verano, sino que cada vez son más frecuentes”, ha resumido la ministra Ribera durante la rueda de prensa.

La finalidad de ambos proyectos es establecer el marco jurídico básico de bomberos forestales y agentes forestales y medioambientales y asegurar unas condiciones laborales y profesionales equivalentes en todo el país. Hasta ahora, no existía un marco legislativo que estableciera de manera explícita “los derechos y deberes de los bomberos forestales, los medios de los que deben estar dotados, así como las medidas de seguridad y de coordinación en sus actuaciones”, según la exposición de motivos que acompaña a la ley sobre bomberos forestales.

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La gestión de los mismos quedaba en manos de las Comunidades Autónomas, pero el nuevo escenario de emergencia climática trae consigo nuevas formas de entender estos puestos. Además, “se reconoce a todo el colectivo la aplicación del real decreto de jubilación anticipada de los bomberos al servicio de las Administraciones y Organismos públicos”. Los bomberos son una de las pocas profesiones de riesgo que pueden adelantar su final de la vida laboral. “Deben contar con las mismas condiciones que el resto de bomberos”, argüía Ribera.

En el caso de los bomberos forestales, la norma regulará con carácter básico las condiciones en las que estos profesionales, que prestan un servicio esencial y de interés social, llevan a cabo su trabajo y lo hará con independencia de la naturaleza jurídico-laboral concreta que cada caso ostente. “Los principales aspectos regulados son el reconocimiento legal expreso e individualizado de la categoría o figura de bombero forestal a nivel nacional; la definición de funciones que además de la extinción puede, complementariamente y en su caso, incluir prevención, detección, vigilancia, labores de información a la población, así como de apoyo a las contingencias en el medio natural y rural; prevención de riesgos laborales y defensa jurídica del colectivo”, aseguran fuentes del ministerio de Teresa Ribera.

El objeto de esta ley es ordenar un marco de las condiciones de los bomberos forestales, teniendo en consideración que en numerosas ocasiones trabajan en muchos incendios fuera de su comunidad autónoma de adscripción. Las Comunidades sí habían desarrollado marco legislativo, pero no había una norma estatal que aglutinara, de forma que estas nuevas normas pretenden que “el colectivo cuente con el suficiente grado de cohesión en su naturaleza, operatividad y régimen en todo el territorio nacional”. Además, se establece una clasificación profesional

En conclusión, la ley de bomberos forestales trae “un nuevo planteamiento organizativo y estructural para los dispositivos de extinción y prevención de incendios a nivel nacional, ya que los incendios no entienden de límites territoriales ni estacionales y exigen cada vez más una mayor coordinación y cooperación”.