La vivienda se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la ciudadanía española, un problema que también afecta a la población más joven, pues más de medio millón de niños, niñas y adolescentes viven en un hogar que sufre carencia severa y el 16,7% de los hogares con menores no puede mantener la casa a una temperatura adecuada durante el invierno. Así lo refleja el informe que este martes ha presentado Unicef España, que lleva por título Yo también vivo aquí, que indica que el coste de la vivienda incrementa en casi 10 puntos porcentuales (9,7) “los ya muy altos niveles de pobreza infantil” en el país.
España cuenta con la peor tasa de pobreza infantil de la Unión Europea al alcanzar el 28,9%, lo que se traduce en más de dos millones de menores de los 20 millones que hay en todo el país. En ese sentido, el estudio advierte que si los gastos de la vivienda se deducen de los ingresos de las familias, unos 780.000 menores caerían en riesgo de pobreza, incrementando esa tasa del 28,9% al 38,6%.
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“A pesar de que el PIB (Producto Interno Bruto) ha crecido en España y de que hay una recuperación en el empleo, la pobreza infantil sigue creciendo y ya casi llega al 29%, más que en el periodo 2020-2022″, ha indicado en rueda de prensa José María Vera, director ejecutivo de Unicef España, “y la vivienda se está convirtiendo en un bien menos accesible para muchas familias y es cada vez más un factor importante de incremento de la pobreza infantil”, ha añadido. Pese a ello, la infancia “está prácticamente invisibilizada en las políticas públicas relativas a este ámbito”.
Prestación universal por crianza
La subida de precios de la vivienda, la falta de acceso a la misma por parte de familias vulnerables, la escasez de vivienda pública o las situaciones de discriminación y las barreras por razón de etnia y nacionalidad o incluso por tipo de familia, como las monoparentales, son algunas de las causas que “llevan a muchas familias a soportar costes excesivos, disponer de menos recursos, vivir hacinados en casas precarias o directamente en infraviviendas”, añade el informe de la organización. Así, Vera ha destacado la necesidad de que el Gobierno ponga en marcha una prestación universal por crianza, plan que ha sido recientemente aprobado por el Gobierno para las familias con menores entre 0 y 3 años. Se trata de una medida que ha demostrado ser eficaz en otros países del entorno como Irlanda o Alemania para reducir la tasa de pobreza infantil y, en España, según estima Unicef, esa prestación debería alcanzar los 1.440 euros anuales.
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La falta de una vivienda adecuada, constata el informe, supone un obstáculo para acceder al derecho a un nivel de vida apropiado y afecta a las oportunidades de futuro de los niños, niñas y adolescentes, además de repercutir en otros ámbitos y derechos de la infancia. Pasar demasiado frío o calor en casa “puede derivar en problemas de salud física para los niños y niñas, que además están en mayor riesgo de sufrir accidentes domésticos relacionados con incendios o intoxicación si viven en hogares donde se utilizan alternativas al suministro energético como velas o estufas”.
Además, también tiene efectos sobre la salud mental, derivados de la incertidumbre ante la inseguridad residencial o por vivir hacinados, lo cual puede generar “enfermedades crónicas, depresión y otras afecciones”, ha indicado Vera, a pesar de capacidad de resiliencia de los menores. No disponer de un espacio propio o carecer de recursos básicos como luz y temperatura adecuadas también afecta a la educación de los niños y sus oportunidades.
“Hemos comprobado que las tasas más altas de retrasos en pagos relacionados con vivienda se concentran en los hogares con niños, o que la sobrecarga en el gasto en vivienda es mayor para los menores de 18 años, cosa que solo ocurre en seis países de la UE”, señala Vera, que pide a las instituciones que aborden el problema y se tenga en cuenta a la infancia, pues recuerda que el Plan Estatal de Acceso a la Vivienda “no menciona ni una sola vez a los niños y niña, solo los considera un ‘anexo’ a la situación familiar”.
Más vivienda pública y ayudas a familias vulnerables
Por todo ello, Unicef propone impulsar y dotar de recursos las medidas del Plan de Acción Estatal para la implementación de la Garantía Infantil Europea en relación con la vivienda, como el aumento de la vivienda pública, ayudas a familias vulnerables para acceder a una vivienda, rehabilitar y acondicionar viviendas y pagar suministros básicos. También pide la prohibición de los desahucios de hogares con niños, niñas y adolescentes vulnerables, entre otras medidas.
La organización también reclama que la ampliación del parque público de vivienda de alquiler reúna las condiciones adecuadas para familias con menores y que se desarrolle el concepto de “especial atención” a los niños y niñas y familias de la Ley por el derecho a la vivienda para que, entre otras medidas, los programas de ayuda a la vivienda tengan en cuenta a las familias con niños.