Qué es el caso Koldo y por qué salpica al Gobierno de Pedro Sánchez

El Gobierno de Pedro Sánchez enfrenta un nuevo bache. En plena negociación de la ley de amnistía con los líderes independentistas catalanes para salvar su legislatura, ha surgido un nuevo caso de corrupción que atormenta al presidente. Se trata del caso Koldo, una trama que salpica directamente al PSOE y por la que se investiga el cobro de presuntas comisiones ilegales, relacionadas con contratos millonarios para la compra de mascarillas en el peor momento de la pandemia, desde -al menos- el 4 de noviembre de 2023.

En concreto, se estudia si hubo mordidas en las adjudicaciones de contratos de material sanitario destinados a entidades dependientes de los ministerios de Fomento e Interior, así como a los servicios de salud de los gobiernos de Baleares y Canarias. El juez Ismael Serrano sospecha que pueda haber delitos de organización criminal, cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de capitales.

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Los hechos se remontan al pasado 21 de febrero, cuando la Guardia Civil detuvo a unas 20 personas. De ellas,15 quedaron en libertad inmediatamente tras declarar ante la Unidad Central Operativa (UCO). Sin embargo, otras cuatro están en el foco de la investigación, también con libertad pero con medidas cautelares, ya que pasaron a disposición judicial. Fueron: Koldo García (exasesor de Jose Luis Ábalos), su hermano, Joseba García, Víctor de Aldama (empresario y presidente del Zamora CF) e Íñigo Rotaeche (empresario).

El principal protagonista es Koldo García, exasesor del que fue ministro de Transportes entre 2020 y 2021, Jose Luis Ábalos, uno de los pesos pesados del partido socialistas. Koldo se convirtió en el chófer de Ábalos en 2018, cuando era secretario de Organización del PSOE. Cuando Ábalos pasó a ser ministro, nombró a su chofer consejero de Renfe Mercancías. Y de ahí Koldo ha ido creciendo: también fue nombrado vocal del Consejo Rector de Puertos del Estado, que fue precisamente el primer organismo público que adjudicó un contrato a la trama.

¿Y qué hizo Koldo? El juez cree que Koldo fue la persona que mediaba en negociaciones de la compra de las mascarillas entre el ministerio y empresas de distintas provincias, cobrando comisiones por familiar estos contratos. Y según la Fiscalía, lo hizo abusando de su cargo público. De hecho, el primer contrato de Soluciones de Gestión fue con Puertos del Estado, donde él era vocal del Consejo Rector.

Una de las cuestiones que ha llamado la atención de la Fiscalía es el incremento patrimonial de Koldo García y su familia, que entre 2020 y 2022 habría aumentado hasta 1,5 millones de euros.En esos años, Koldo García y su entorno habría adquirido cuatro pisos sin pedir hipoteca -uno de ellos a nombre de su hija de un año-, coches, motos y habrían firmado varios testamentos sucesivos, según recoge Efe.

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También dispuso de varios coches de alta gama -Ferrari, Land Rover- el empresario Víctor de Aldama, quien habría creado siete sociedades en Portugal, presuntamente para intentar sacar de España los beneficios que habría obtenido de los contratos. Los investigadores creen que Aldama, junto al empresario Juan Carlos Cueto, “habrían sido los responsables de hecho” de los contratos investigados. La Fiscalía cifra en 5,5 millones de euros el beneficio que habría obtenido el primero, y en 9,6 el segundo.

Pero esta investigación no se limita a un asesor del ministerio de Transportes, sino que señala directamente al que fue ministro. El juez de la trama sitúa a Ábalos como el intermediario para vender 2,6 millones de mascarillas al Gobierno de Baleares por 3,7 millones de euros. En aquel momento, el ejecutivo autonómico era liderado por la actual presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol. Ábalos, que actualmente es diputado en el Congreso, fue expulsado del PSOE, aunque mantiene su acta de diputado. Y este lunes, el Partido Popular ha exigido la dimisión Armengol.

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La última reunión conocida entre Ábalos y Koldo tuvo lugar el pasado 10 de enero en una marisquería de Madrid entre las 21.15 y las 22.20 horas. Aquella cena obedecería a la reclamación de Baleares, que quería comprar mascarillas. Así, y siempre según la investigación de la UCO, Ábalos habría actuado como “intermediario” a petición de Koldo García, en las gestiones realizadas con la administración balear para buscarle una solución al reclamo, realizado por el gobierno de Armengol, por el contrato de las mascarillas que nunca llegaron a utilizarse.

De hecho, el día previo a reencontrarse con Ábalos, Koldo mantuvo una conversación telefónica con el dueño de Soluciones de Gestión, Juan Carlos Cueto. “Esto era un favor... él y su ex jefe...y parece ser que el otro ha dicho que sí...porque le han dado otro favor a cambio”, explica Cueto en una conversación intervenida por la Guardia Civil unos días antes. Para los investigadores, Cueto se refería al exministro.

La tercera autoridad del Estado -tras el Rey y el presidente del Gobierno- es Argmengol, quien también fue la presidenta del Govern balear cuando la trama del exasesor de Ábalos, Koldo García, recibió la adjudicación de un contrato millonario para la compra de mascarillas el 8 de mayo de 2020. Como se ha mencionado anteriormente, la sociedad Soluciones de Gestión y Apoyo SL, sobre la que pivota la trama, fue demandada por el Govern para adquirir 3,7 millones de euros en mascarillas FFP2.

Sin embargo, la trama de Koldo entregó al Ejecutivo de Francina Armengol un lote de mascarillas quirúrgicas que no cumplían con los estándares reflejados en el contrato adjudicado a Soluciones de Gestión y Apoyo SL. Pese a la evidente falta de correspondencia, el Govern balear, según publicó el diario El Mundo, pagó a la trama 3,7 millones de euros siete días después de que sus técnicos comprobaran que el material no contaba con la calidad exigida.

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Antes, solo dos días después la llegada de las mascarillas en un vuelo a Mallorca, el subdirector de Compras y Logística del Ejecutivo de Armengol envió un correo electrónico interno en el que hacía constar el desconcierto entre los técnicos y señalaba que el material, adquirido en lo peor de la pandemia, había sido adquirido “para la desescalada”. Asimismo, alertaba en mayúsculas que las mascarillas no eran “para uso hospitalario”.

Uno de ellos es José García, hermano de Koldo. Según las investigaciones, estaría involucrado en la ocultación de la propiedad de propiedades y habría experimentado un notorio incremento en su riqueza, recibiendo 267.774 euros entre 2020 y 2022. Desde 2019, ha mantenido vínculos con organismos relacionados con el sector del transporte, una conexión que, según las fuentes, “no puede desligarse de la posición” de su hermano.

El pasado 20 de febrero, agentes de la Guardia Civil llevaron a cabo un registro en su residencia. Durante la operación, se descubrió una caja fuerte en uno de los dormitorios. Tras abrir la caja con la llave hallada en un mueble del salón, se constató que estaba vacía, como indicó el acta oficial de la Guardia Civil: “En el interior de la caja fuerte no hay nada”. Este suceso tuvo lugar apenas dos semanas después de que su hermano Koldo fuera informado sobre la investigación en curso.

Otro es Víctor de Aldana. Es el actual presidente del Zamora CF se encuentra bajo la lupa de los investigadores, quienes sugieren, basándose en conversaciones intervenidas, que podría haber actuado como “comisionista”. Se sospecha que los contratos objeto de investigación fueron parte de un “proyecto conjunto” entre él y el empresario Juan Carlos Cueto, del cual habría obtenido un beneficio de 5,5 millones de euros.

Según las indagaciones, ambos individuos mantienen una “estrecha relación” con Koldo García. De hecho, se ha registrado al menos un contacto entre De Aldama y Koldo García, presumiblemente para “agilizar trámites” relacionados con contrataciones del Ministerio de Transportes.

Finalmente, está involucrado el empresario Íñigo Rotaeche. Es el titular de la empresa Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas. Los investigadores creen que realmente la controlaba el grupo Cueto.