Cataluña, conocida por su riqueza cultural, histórica y natural, esconde entre sus paisajes una oferta de bienestar y salud que, aunque no tan conocida como sus monumentos o playas, atrae cada vez más el interés de los turistas. Se trata de las aguas termales al aire libre, auténticos tesoros naturales que brotan en diversos puntos de la región, y que son accesibles por un módico precio. Aunque la cultura del agua terapéutica no está tan arraigada en España como en otros países de Europa, la realidad es que Cataluña posee una riqueza termal notable, ofreciendo espacios donde relax, historia y naturaleza se fusionan.
La Asociación de Villas Termales de Cataluña ha recopilado algunas de las opciones más destacadas para sumergirse literalmente en una parte poco conocida de la herencia catalana. Estos balnearios al aire libre ofrecen mucho más que un simple baño; representan una inmersión en la historia, la naturaleza y la cultura del agua termal catalana. Al precios accesibles, permiten disfrutar de experiencias de bienestar únicas en entornos naturales impresionantes y cargados de historia.
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La Fontcalda, junto a un santuario del siglo XIV
Gandesa, ubicada en la comarca de la Terra Alta, nos invita a adentrarnos en un entorno natural emblemático: La Fontcalda. Las aguas termales de esta fuente emergen a 28 grados y están cargadas de minerales como el cloruro y carbonato cálcico, sulfato de magnesio y cloruro sódico. Lo que hace especial a La Fontcalda no es solo su riqueza mineral, sino el paisaje que la rodea, que conjuga la belleza de las sierras de la Mola y el Crestall, junto a un santuario del siglo XIV. Un pequeño espacio cerrado, similar a una piscina, ha sido adaptado para permitir a los visitantes disfrutar de un momento de calma, sumergiendo los pies o relajándose en estas aguas terapéuticas, reviviendo la tradición de los antiguos balnearios primitivos del lugar.
Bahns de Arties y sus tratamientos dermatológicos
En Arties, los amantes de los tratamientos dermatológicos encontrarán un refugio ideal. Bahns de Arties, un complejo que solo abre sus puertas en primavera, es conocido por sus aguas sulfurosas que brotan a 39 grados. Estas aguas ácidas, recomendadas para tratar afecciones como la psoriasis, dermatitis o acné, se encuentran a menos de 700 metros del centro del pueblo, accesibles a pie o en bicicleta.
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Balneario Caldetes, un paraíso de titularidad pública
El Balneario Caldetes, en Caldes de Estrac, es particularmente notable no solo por sus servicios, sino por ser de titularidad pública. Los residentes de la localidad tienen el privilegio de acceder gratuitamente a este manantial, donde el agua, calentada y mineralizada a 2.800 metros de profundidad, emerge a 38,8 grados. Este oasis de salud es valorado por “su gran potencial curativo y terapéutico”, brindando una experiencia renovadora y de profundo bienestar a quienes lo visitan.
El Lavadero
En el corazón de Cataluña, Caldes de Montbui alberga El Lavadero, un espacio público que ha sabido reconvertir la función original de un antiguo lavadero de mediados del siglo XX en una piscina termal a cielo abierto. Este lavadero era uno de los seis existentes en la localidad, que aprovechaban las aguas mineromedicinales que brotan naturalmente a temperaturas elevadas. Esta transformación no solo ha preservado una parte importante del patrimonio local, sino que también ofrece a los visitantes la oportunidad de disfrutar de las propiedades terapéuticas y relajantes de estas aguas.