El mercado laboral vuelve a las cifras positivas con fuerza después de la destrucción de empleo y el aumento del paro del mes de enero, habitual debido a la estacionalidad. España ganó en febrero de 2024 una media de 103.621 afiliados a la Seguridad Social, según los datos publicados este lunes, y el número de personas paradas inscritas en las oficinas de empleo cayó en 7.452. Estas variaciones suponen un aumento del empleo del 0,5% y un descenso del paro del 0,27%, mejores cifras que hace un año, y con un comportamiento positivo en casi todos los sectores, solo con la excepción del agrícola, que continúa en su pérdida progresiva de empleo.
El dato de afiliación destaca especialmente: es la mayor creación de empleo en términos absolutos para un mes de febrero desde 2007. En términos relativos solo le supera ligeramente febrero de 2015 con un 0,58%. De hecho, según las cifras desestacionalizadas por el Gobierno (corregidas de las variaciones cíclicas), España estaría ya rozando los 21 millones de afiliados (20.954.785), el máximo desde que hay registros.
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En cuanto al desempleo, aunque es el mejor dato registrado para un mes de febrero desde 2008, se resiste a superar esa barrera. Mientras que la afiliación acelera su ritmo en términos interanuales (crece un 2,67% frente al 2,42% de 2023), la reducción del paro se desacelera (baja un 5,17% frente al 6,45% del mismo mes del año anterior). En total, España cuenta con 20.708.382 afiliados medios a la Seguridad Social y 2.760.408 parados.
Casi todos los sectores ganan afiliados a la Seguridad Social en febrero, destacando en volumen en el régimen general la hostelería (29.230 afiliados), la educación (28.941) y la construcción (18.189). En el régimen de autónomos lidera la creación de empleo respecto al mes anterior la construcción (1.830), las actividades profesionales, científicas y técnicas (1.657) y la educación (1.055).
La excepción de los cuatro grandes grupos de actividades económicas es la agricultura, ganadería y pesca, que pierde un 0,19% de afiliados respecto al mes anterior y un 1,73% respecto a 2023. Esto se debe a un descenso en el empleo autónomo, ya que la cifra es positiva en el régimen general. Se trata de una evidencia más de la transformación del campo de los últimos años.
Las mejoras técnicas requieren menos intensidad de trabajadores, pero la desaparición de explotaciones pequeñas de autónomos ha dado paso a negocios grandes enfocados a la exportación que necesitan de mano de obra asalariada. Otro sector que pasa del trabajo autónomo al asalariado es el del comercio. Aunque registra una ligera ganancia de afiliados medios en el RETA en febrero (0,03%), la caída en comparación con 2023 es de un 1,43%.
Se frena el trasvase de empleo temporal a indefinido
Respecto al desempleo, baja en todos los sectores de actividad, pero aumenta un 3,28% entre los menores de 25 años y entre el colectivo sin empleo anterior, comportamiento habitual en los primeros meses del año en los que más personas se animan a buscar trabajo por primera vez. Por comunidades autónomas, el paro sube en seis, con Aragón y Madrid a la cabeza y baja en 11, más intensamente en Andalucía y la Comunidad Valenciana.
Pese a la caída del paro en los últimos años, España sigue liderando el desempleo en comparación europea. Con datos de enero, publicados por Eurostat el pasado viernes, la tasa de paro asciende al 11,6%, la más elevada de los 27, y la de menores de 25 se sitúa en el 28,6%, también la más alta. En tasa de desempleo femenina, España lidera junto con Grecia con un 13,2%.
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En cuanto a la contratación, se consolida el aumento del peso de los indefinidos y suponen en febrero de 2024 el 46% de los contratos registrados, pero apenas avanza ya respecto a 2023, cuando el porcentaje fue el 45,5%. La reforma laboral de 2022 tuvo efectos muy inmediatos desde su aprobación en este ámbito, pero los datos apuntan a que ya se habría terminado de completar el trasvase de empleo temporal a indefinido sin que España haya alcanzado la tasa de temporalidad europea (13,5%).
Según los últimos datos disponibles de Eurostat (aun del tercer trimestre de 2023) España es el tercer país con una tasa de temporalidad más elevada, del 17,3%, algo que se explica en gran medida por la composición del modelo productivo, con actividades muy estacionales en torno al turismo.